Confin
Una sociedad transculturizada...
¿Pondrá las barbas en remojo
Mirando hacia La Paz..(Bolivia)?
Juan Carlos Varela García
En Adrogué, Argentina.
Mayo del año 5 del SXXI.
Email:confinadrogue@yahoo.com.ar
-cuando los valores morales y la conciencia, han sido avasalladas, o han huido de la vida cotidiana, los integrantes sobresalientes que puntean, dirigen y conducen las organizaciones sociales, administrativas, políticas, e intelectuales, han trasmutados en hipócritas.
Desde arriba y desde abajo, la sociedad ha sido transgenizada, transculturada y vive en Hypokrisis. Según el diccionario de la lengua española: "vicio que consiste en la afectación de una virtud o cualidad o sentimiento que no tiene", o hablando en criollo, se vive en una constante falsedad. Se dice una cosa y se hace otra.
Los ejemplos abundan, con nombres y apellidos y, ocupan y han ocupado ubicaciones selectas, importantes, de decisión, de con ducciòn, de administración, y, quizás, perfilados como ídolos, o, referente en el arte, en el deporte, o alguna otra manifestación.
Este acto de vivir, está forma de ser de la sociedad, está plasma da en Las Costumbres. En las pequeñas cosas, que las vivimos día a día.
Confin
Las Costumbres, son las partículas que forman la cultura. Y es lo que nos rodea e identifica en los espacios sociales, eso que trasmitimos a los otros.
La cultura- es, o son las costumbres que nos identifican, que nos dan un espacio y nos ponen en un sector de la sociedad.
Los sectores se mezclan..., pero, no se juntan.
Pero, Cultura, comúnmente, es la referencia en las cosas del arte, literatura, danza, pintura y otras manifestaciones artesanales, que fluyen en las personas, tocadas por los duendes del candor y la inocencia.
Con esto, quiero -apartar al artista- o, al tocado por los duendes, de los otros..., los -dueños- de los dones con el dinero, que imponen sus presencias por -el artilugio de la platita-. Estos, son los transculturizadores, que compran e imponen un estatus -al don.
Así, como en esta referencia, ocurre en otras tantas situaciones, donde -el poder- impone, y expone su presencia, como referente del arte, o de las cosas que crecen con la luz del alma.
En cuanto a Las Costumbres, esas que se mecen y nos mecen, esas que pasan con naturalidad, suavemente, sorteando los altibajos en una calle de tierra, o a los baches de todos los días, ¡esas...,las consumimos todos!, y, las formamos entre todos. Construimos en paz, democracia y libertad, la vida cotidiana, esas que reflejan las páginas de los diarios, las pantallas de la televisión y las radios, emisoras que nos brindan informativos y programas de interés general. De interés general somos todos, pero, cada uno consume la costumbre desde su hábitat.
Esa es la cultura, es la costumbre que imprime la conducta, el modo de ser de una comunidad.
Insertos en esta Hypokrisis, la naturalidad de los hechos, ha construido un homo argentino transgènico, transculturizado, que deja a otros sectores, al margen, al borde del Interés general, del Bien Común. Algunos de estos transgènicos son servidores sociales. Conocidos por la costumbre como..., políticos.
Confin
Por las pantallas de televisión se estimula a la mediocridad, se bombardea con liviandades, se denigra al intelecto, se menoscaba la pertenencia social, se incentiva la aberración de los sexos, el travestismo, lo homosexualidad, el alcoholismo, la drogadicción...y, se ridiculiza las investiduras y todo símbolo que identifique a la pertenencia nacional, religiosa, familiar y ética.
Es decir, todo lo -trans-forma. Y los valores, se diluyen en la tras tienda económicas-financieras de los medios que ejecutan pública e impúdicamente, la instrucción aberrante de las conductas.
Y prenden en el vulgo, como hechos naturales de la simpleza. O, ejemplificando con los -triunfadores- que muestran desinhibidos, sus cualidades atrofiadoras, incitando e invitando a vivir el mundo de las lucecitas de colores. La vida fácil, a la sombra del poder.
El poder, dispone de los espacios y pone al frente a los de siempre. ¡Que no se sintieron incluidos en el que se vayan todos!. Y se han erigidos en los cancerberos de la decadencia. ¡En los ejecutores de los otros!. Y entre risas, payasadas, ridiculizaciones, exhibicionismos, comicidades, simplezas, y todo ese vergel de aberraciones; distraen, embrollan, y ejemplifican irreverentemente, a la educación.
Mezclan, ironizan y destruyen las imágenes convencionales, tradicionales de los grupos sociales, arguyendo un progresismo ilimitado. Mientras, otros, ¡están bajo sospecha por coimas y sobre sueldo!.
Los medios exhiben, esa- trasgresión, como sinónimo de un intelecto avanzado. Y son los que alientan el vicio, la mala praxis, los que denigran a la condición humana y social, los que estafan éticamente, los que alientan las pillerías, los crímenes, y todo acto delincuencial, a estos; los Merlines se encargan de transmutarlos públicamente y...,la sociedad, los vè pasar, los toca, los acaricia, los sospesa y se acostumbra a vivir a su lado, aplaudiéndooslos.
Confin
El vulgo se adapta al paso y al momento. Los han adiestrado. Ya confunde los aromas, las acciones, los sabores, el tacto...Y las palabras. Y los valores y la ética, se han diluido en el horizonte.
Ya dentro del mundo bastardeado, en el basurero; el homo descastado, ¡se adapto a chapalear la meresunda!. Y naturalmente, lo integra a las cosas cotidianas del vivir.
Vive un mundo desacreditado. Nada es verdad. Todo es efímero.
Y la desconfianza señorea en las individualidades, los roles sociales se han mezclados, confundiendo totalmente las funciones.
Han confundido la cotidianidad. Y si alguien despierta y quiere reto mar la senda, descubre que tiene colgada al cuello, la bomba neutrónica de la Discriminación, dispuesta a ejecutarlo; y al frente y a su lado, Juan populacho, mantiene estrechada en un abrazo de osos, a la ciega, que blande los -Derechos humanos, entre inmunidades y leyes atrofiadas. Y claman por reivindicaciones y revanchas inconfesas.
Juan populacho ha reaparecido, ya no grita, alpargatas si, libros No. Se ha incautado al Respeto, e ignora la presencia del otro.
Ahora, patotea y exige, -quiten matemáticas y los exámenes de ingreso, quiero el titulo...de médico, de ingeniero. ¡Y quiero ser empresario, el suelo es mío y las regalías también, y quiero ser ganadero, y quiero ser y quiero ser...como Chávez, Como Fidel, ¡viva el chè...y, ¡más museos de la memoria!, y más y más persecuciones y...y, ¡tomemos empresas y sentémonos en las bancas...¡Viva el presi-setentista!. Tomemos las calles que son del pueblo. ¡Que el pueblo gobierne!. Sin abogados, ni gremialistas ni contadores, ni militares. Gritan y gritan y gritan. Embozados, con palos, y en las bancas y en los medios.
Confin
Mientras, otros, absortos, navegan en la impotencia, ante el avance de las vanguardias intelectuales, que trastocan el sentido común, y se ven avasallados,¡atropellados por la intolerancia!.
Y se preguntan: ¿hasta cuando resistirá el tiento que nos une con Hypokrisis?, con las personas -engrupadas- y ensalzadas en libertinoides gestiones, que incentivan y subsidian la ignorancia, la pobreza integral, el menoscabo de pertenencia, la indignidad de trabajar de piqueteros, la de educar, entre paros, carpas y humillaciones, sometidos por salarios que denigran.
Y otros, disfrutando a troche y moche, el desencuentro. Los dineros mal habidos, descansan en las caimanes, y campean, las listas que deben preservarlos en las funciones.
Entonces, los descastados sin ganas de pensar...,gimen, porque, la única posibilidad que les queda, en soledad, es la libertad de manejar el dial y el control remoto, para descansar a las sombras del hastío, a la espera de la luz y la cordura.
Fin.
No comments:
Post a Comment