“SENDERO GAUCHO” REALIZÓ EN LA CIUDAD DE
El Club Atlético de Longchamps fue el escenario del espectáculo y certamen que duró dos días, con el marco de una extraordinaria presencia de público y competidores de distintos lugares del país.
“Sendero Gaucho” es una institución de Bien Público, Asociación Folklórica que tiene sus raíces en la ciudad de Longchamps, distrito de Almirante Brown, y, todos los años, desde hace seis, realiza esta competencia a la que concurren distintas organizaciones del país, especialmente de la Provincia de Buenos Aires.
Invitado por la Directora del Ballet “Sendero Gaucho”, Elena Rita Ojeda, concurrí por primera vez a un certamen de esta naturaleza, con el cual quede gratamente sorprendido. No es una peña. Es la convocatoria a la creatividad, destreza, glamour y estilos de los participantes que se prestan a competir en los distintos rubros para los que fueron invitados.
A la vez conocí alguna de las historias vocacional de los integrantes de Ballets representativos y con prestigio dentro del ambiente y conocidos en las distintas provincias donde se desarrollan estas competencias que trasciende la comunidad exponente de la danza tradicional de raíz nacional.
La competencia incluyó cuatro categorías; Infantil, Juvenil, Adultos y Mayores. Dentro de las categorías se desarrollaron los rubros en los cuales competían, por ejemplo: Malambo Sureño o Norteño y parejas de danzas tradicionales, danzas estilizadas, y ballets los cuales, en los distintos rubros, fueron mostrando sus cualidades, técnicas, vestimentas, estilos y modismos culturales.
Más allá de las competencias, para los ojos que llegan por primera vez, ¡todo es un espectáculo!, empezando por el movimiento que genera el movimiento de los participantes, luciendo sus ropas de gala, maquillados, peinados y llenos del garbo que los predispone para la presentación que realizarán de un momento a otro.
Todo un frenesí que involucra a los presentes, desde los actores, a los acompañantes, familiares y amigos que cumplen las mil y una función, peinados, maquillaje, modistas, ayudantes de vestuarios, fotógrafos, camarógrafos, y…la curiosidad invadiendo la mirada inexperta, pequeñas carpas y elementos (colchones-mantas) ubicados dentro de los salones, donde los presentes llegados de los distintos lugres, pernotarían.
Como atrapados por los duendes enraizados con la historia, exhumando pasajes de la tradición que engalanaba la noche, fui atrapado por el calor humano que envolvió al frío con que la naturaleza ponía a prueba a los espíritus que homenajeaban a la conciencia nacional.
Los participantes, niños, jovencitos y adultos, desafiantes a la temperatura, exponían su gracilidad en cada gesto de entrega que hacían con sus danzas y, sacaban gritos y silbidos del público, que los alentaba a la entrega en cuerpo y alma de sus vocaciones y la fuerza que imprimían a cada presentación.
Para mi crónica, todo era nuevo, noté el desarrollo de la organización, la estructura logística que sostenía el desarrollo de este vivac de la historia y, lo noté dividido en distintas funciones. Los que oficiaban de ayudantes y sostenedores de la estructura netamente competitiva, (relevamientos de participantes, acreditaciones, planillaje, control, supervisión y consultas técnicas y de reglamentos) Los que supervisaban el ingreso al lugar, seguridad interna y externa. Sonido, locución y música y la parte que se encargaba del rubro gastronómico y atención en general.
Noté que el sector encargado de proveer alimentos, sándwich calientes, (Paty, Chorizos y carne vacuna) Tortillas, papas fritas, café, agua caliente, tenía acondicionado una importante estructura, donde se notaba el ritmo que les imponía el público que hacía fila para adquirir los distintos elementos y degustarlos entre la algarabía, amigos y música, mientras las competencias seguían su curso.
Observé que la organización de ayudantes, colaboradores era integrada por más de 60 personas que ocupaban lugares específicos, más los que cumplían funciones generales, recorriendo los ambientes, prestando la colaboración que les fuera solicitado, realizando compras imprevistas y –mandados- que surgen a cada momento. Y supe que todos los integrantes trabajadores, eran miembros de Sendero Gaucho y realizaban sus tareas Ad honorem.
Fue una experiencia que me invadió cálidamente al presenciar este acto cultural y ver el desarrollo logístico de la condición humana de los integrantes de Sendero Gaucho, alejados totalmente de las acciones socio político que condicionan a los hombres, y que este grupo de personas prestan sus egos con libertad espiritual para brindarles a su comunidad folklorica y a los habitantes de la ciudad, una fiesta de la tradición que resalta la dignidad nacional.
Cabe destacar que sus organizadores piensan en la juventud, en el bien común, y rescatan la identidad nacional realizando este tipo de trabajo que incentiva el conocimiento, desde pequeños, de las costumbres que sostienen la tradición. Muchos jovencitos colaborando y cumpliendo las tareas para las cuales fueron designados, en cualquier lugar.
Como no pude quedarme a la finalización de la competencia, me retire a las 07 hs, del día domingo, no se si fueron los funcionarios que les compete el área, era oportuno que llegaran a saludar a los visitantes y a los organizadores por prestar este servicio que enorgullece al distrito y trasciende sus fronteras.
También realicé una serie de notas al paso, pero, las pondré en la web, una vez recibida la comunicación con la lista de ganadores de las distintas disciplinas. En la próxima nota les daré también, la charla con la señora Lafalce, una de las Jurado que evaluó a los participantes.
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