Friday, December 21, 2007

"MENTILOSO TACAYAMA"


El Sindrome Tacayama
"...mentiloso tacayama"
Dias pasados, cuando pasaba frente a una Iglesia, de las denominadas Universal o algo por el estilo, esas que se han multiplido en las zonas del conurbano y en capital, o, la Ciudad Autónoma, me detuve frente a una que está, sobre la Av. San Martín, en la Ciudad de Rafaél Calzada. De curioso nomás, me detuve a mirar a unas personas que pegan un montón de fotografías.
Seguí mi trayecto y a 30 metro, me alcanzó una señora que venía corriendo detrás de mi, agitada, me llamó la atención y me entregó un diario. "El Universal" y me invitó a acercarme a su templo.
Como me vino persiguiendo, corriendo y apenas podía respirar, me pareció elegante, que le aceptara el convite para que se reponga y me cuente lo que necesitaba decirme.
Regresé sobre mis pasos, nos detuvimos delante de la puerta y, las señora me invitó a participar de su Iglesia. Ella, convencida de su fé y la práctica en su templo, me hablaba y hablaba de Jesús y sus milagros. De pronto, llamó a un jóven, "Pastor, Pastor, es un señor que viene por primera vez" le comuncó, el jóven, que se dirigía a un departamento interior de la Iglesia, dió media vuelta y se acercó.
Quedé atento y desconcertado porqué, yo no lo había solicitado ni me interesé por charlar con "El Pastor". Me extendió la mano. La señora en cuestión se puso a un costado y se retiró.
El jóven me observó y preguntó, (en un portuñol, conurbanobrasileroespañol)
-¡Que problema tenes?
-Ninguno señor, pasaba y la señora...-
Inmediatamente comenzó a referir el poder de zanación en la fé, de Jesús, de Díos, de la práctica que ayuda y todo lo cura a, aquellos que tienen algún problema de salud, y éso, se realizaba por medio del "sacrificio" "el sacrificio es el diesmo" "hay que diesmar, hay que sacrificar en el nombre de Jesús"
Alcancé a meter una palabrita o dos...
-pero yo no estoy enfermo yo...
-"¡no importa, si tu tienes problemas económicos, de pareja, de trabajo, el señor te ayudará, tu tienes que creer, tener fé y sacrificar en nombre del señor, tu tienes que sacrificar, es la única forma de obtener lo que tu quieres, lo que tu deseas..., ¡a ver, para que tu me entiendas, si tu tienes a un hijo, un hijo pequeñito y se cae a un pozo, y viene un señor que te lo salva, ¿que harías Ud.,?..."
Quedó expetante esperando mi repuesta, respondí, -Yy...
"Bien, tu tienes 10 casas, ¿que harías?"
Lo miré y calculé, supuse lo que debía responder.
-Yy...le daría una casa...-
"¡Muy bien!, eso es el sacrificio que tu hará por haber salvado a tu hijo pequeñito..., el señor ayuda a quien sacrifica, a quien diesma de corazón..."
Como no lo podía interrumpir, pregunté, ¿digamé señor, para venir a su misa... No me dejó terminar.
"No ésto no es una religión, ésto es un templo donde se viene a orar, a pedir, a sacrificar, nosotros no realizamos prácticas religiosas..., estas son charlas, vé, vé," y me mostraba lo que estaba publicado en su diario. Leí, "Conferencias".
Pude meter otra interrupción, -¿digame, hay que pagar algo para asistir a sus conferencias... y puse el dedo dende se difundía el tenor de las conferencias- "para familia, para empresarios para...."
"No, no, aquí Ud., viene, se sienta y escucha, no hay que pagar nada, no señor, no se paga nada..."
En ese momento lo llaman para empezar una seción de... ¿prédica), recorrí con la mirada y observé que había reunidos allí, no más de 10 personas en una sala preparada, bien condicionada para 200 personas o más. Todas las butacas bien lustradas. Parecían nuevitas.
Al momento, la señora que me habia invitado, se acercó, apuradisima, me tomó del brazo y me llevó, bajo ruegos y enororme insitencia hacia el lugar donde comenzaría la oración.
Sin haber pensado en asistir al templo, me ví en una situación inversosimil, ridícula e incómoda. (tenía conmigo una bolsa del mercado de la zona y dentro, un bidón con 10 litros de agua y, ¡no sabía que hacer!)
La señora me vió confundido y aprevechó el momento, me lo quitó de la mano, puso la bolsa con el bidón sobre una butaca y..., me encontré, rodeando una mesa con el resto de los "fieles".
Ya estaban en plena oración. Y escuché... el Pastor, con fuerza y en su "idioma" portuchantaconurbanistico, donde pedía elevando la voz, "pongan las manos con las palmas abiertas sobre la mesa, concentrense en el señor, cierren los ojos y pidan al señor, que los bendecirá y..", ahí una avalancha de cosas y las voces de otras personas que colaboraban en el reso y los ruegos.
Abrí los ojos y observé a los presentes, todos con los parpados apretados bien fuerte, concentrados.
Una de las señoras ayudantes le ponía las manos sobre la cabeza a otra mujer y, yo, por el momento creí que se ibas a tirar al piso. Se tambaleaba o hacía un movimiento pendular.
A esta altura, ¡tal era la fuerza que imprimían al acto que...Asustaba!
Luego, nos hicieron mojar los dedos, introduciendolos en dos recipientes de vidrio que estaban en el centro de la mesa.
En uno había aceite y en el otro vino.
Una vez mojado, pedían que se los pase por la parte del cuerpo donde tuvieran un problema de salud. Entonces, fue lo más cómico que, casi rei. Todos empezaron a meterse las manos por dentro de las ropas, buscandose distintas partes del cuerpo, parecía que les había picado alguna pulga biónica e intentaban quitarsela, el pastor y sus ayudantes gritaban y gritaban más y más.
Como a mi no me dolía nada y no tenía malestar o enfermedad, una de las señoras me gritaba, pongase la mano en la cabeza, en la cabeza, y, con aprehención y malestar, me enchastré el cabello con aceite y vino.
Un momento después, vino un poco de calma. Había pasado el temporal. Y vino la segunda parte.
Esta comenzó con otros ayudantes que se acercaron con un paquetito con papeles, rectángulares, una faz en blanco y en la otra, (fotocopias) la figura de un toro. (tipo Mihura sin cuernos) embravecido, en posición de embestida.
El Pastor tomó un poco de esos elementos y preguntó; ¡quién tiene ésto?, dos o tres levantaron las manos, otros, como yo, nada. Entonces dijo; "fijensé muy bién en ésto, y levantaba una imágen del toro, Aquí, señalando la parte en blanco, Uds., aquí, y señalaba con el dedo, aquí, ustedes pondrán su sacrificio, aquí ustedes pondrán verdaderamente cuanto van a sacrificar, aquí, ustedes y, sin mentir, porque el señor se ofendería terriblemente si mienten, aquí, pondrán su sacrificio, su diesmo eh"
Y rápidamente nos explicaó, "el diesmo es el (10%) diez por ciento de lo que ustedes ganan de su salario, de lo que ustedes ganan, de lo que ustedes reciben por su trabajo que, el señor Jesús, dios proveerá, y lo hará por el sacrificio de ustedes" (más o menos ésto)
Alquien alcanzó una lapicersa y le preguntó a un señor, "¡Ud., ¿cuanto va a sacrificar?, ¡vamos,vamos digame, cuanto va a diesmar!"
Y puso varios ejemplos, "¿cuanto gana Ud.,?, ¡tres mil!, entonces su diesmo es trescientos pesos, Ud., gana dos mil, mil, entonces Ud., hace la cuenta y es muy fácil, Ud., entrega el diez por ciento de su ganancia. Ud., sacrifica para que jesús, para que el señor lo ayude"
Observé el desconcierto en algunos. No sabían que hacer y..., pensaban cuanto pondrían.
El pastor se daba cuenta de la situación, entonces, hizo otro pase mágico y aparecieron unas cajitas, elegantemente adornadas, como pequeños cofres o alhajeros u...
"bueno, ¡haber, Uds.,! cuando deciden, cuando colocan ahí, cuanto van a diesmar, nosotros, yo le entregaré este cofrecito, donde ustedes pondrán lo que dice ahi, en el papelito, lo que van a diesmar, lo que van a sacrificar, ustedes lo escriben, lo ponen en ese lado"
Como las dudas persitían, ¿se imaginan?, ¡había que poner por escrito o con número lo que sacrificarían. Y, si ganaban tres mil pesos, habría que "sacrificar", trescientos pesitos.
El Pastor ni lerdo ni perezoso, nos hizo pasar detrás de un biombo y allí, los pasaba uno a uno por "el juramento del sacrificio"
Estábamos en fila detras del biombo y a un señor se le escapó que ganaría 5000 peso por un trabajo de albañilería.
Al toque el pastor le dijo, "ponga ahí, ponga ahi su sacrificio que son quinientos pesos", antes que el pobre cristo hablara o reacionara, le entregó una de las cajitas y un cornetín, de esos que llevan a la canche de futbol.
Fué un sacrificio en vivo y en directo. El hombre traspiraba y colorado, afirmaba con la cabeza, y tomaba los elementos que el pastor le metía entre sus manos.
Me tocó el turno a mi, entonces lo miré y le dije, -¡no!, ¿se acuerda que quedamos en que yo vendría a mirar y...?-
Ah, dijo y ae acordó de mí, y eso fué todo allí detrás del biombo.
Nuevamente en la sala, siguió pidiendo sacrificio y orando o gritando eso de jesús y todo lo demás, hasta que, abriendo una biblia, pidió, "bueno, antes de que se vayan porque ya terminó la charla, ustedes, van a sacrificar ahora, para el señor, ahora ustedes pondrán aquí, lo que puedan, ¡ahora y en este momento!, ustedes pondrán aqui lo que tienen, aquí, sobre la biblia, el sacrificio al señor que les dará sus frutos..."
Algunos fueron con dos o cuatro pesitos a dejarlo sobre la biblia abierta en el centro de la mesa.
Luego, salí con mi bidoncito de agua y una mescla de sentimientos que peleaban por salir con claridad. Por un lado, tenía ganas de reir, por el otro, asistí a una práctica esquilmadora abierta. Y en el fondo, presencié la hipocresía de este ejercito apócrifo, que, juega con la esperanza de los enfermos, de los necesitados de trabajo y con la inoscencias y candor de los desauciados de la fé.
E inmediatamente reflexioné, en nuestra iglesia (Católica, Apostólica y Romama) pide una limosna. (lo que se pueda)
En esta Iglesia se pide El Diezmo. El 10 %, el diez por ciento de lo que gana un pobre que vá en busca de una ayuda espiritual, de salud o económica.
A mí, el Pastor me dijo que "no hay que pagar nada" y, ¿entonces, los que se sacrifica...?, ¿es no un pago?
Pareciera que diezmar, sacrificar el 10 por ciento de su ganancia, no es pagar.
Y, me quedo pensando, ¿Dios, Jesús, premia al que se "pone" con el diez por ciento de sus ingresos y les dá esas 4X4 que se suele ver en las puertas de éstas iglesias? Entonce chamigo, los que no podemos "sacrificar", diesmar, El Señor, Dios, ¡nos manda al pozo de los descastados! ¡Nos manda detrás de las cercas marginales!.
Y el Pastor terminó, "ojo, no se miente, no se puede mentir, el señor castiga, a los que no cumplen con lo prometido, con lo escrito ahí, ¡mueren!, aquí en Calzada pasó un caso..."
Mentiloso Tacayama.
Temerario pirata de la fé. Juega con la credibilidad de los pobres integrales. Cuerpo, mente y espiritu.
Juanqui.

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