Wednesday, June 29, 2016

HOMENAJE A VIRGINIA LUQUE EN EL VIEJO ALMACEN

seguir luchando contra la




EL DOMINGO 26 DE JUNIO, EL ULTIMO DEL MES, EN EL VIEJO ALMACEN SE REALIZO UN HOMENAJE A VIRGINIA  LUQUE, CONDUCIDO POR FERNANDO DEL PRIORE Y LA PARTICIPACIÓN DE ARTISTAS DE IMPECABLE TRAYECTORIA EN LA NOCHE PORTEÑA Y EL MUNDO.

Juanqui-viarrapida-29 de Junio del 2016. Buenos Aires. HOMENAJE A VIRGINIA LUQUE EN EL VIEJO ALMACÉN. Argentina.


Me invito Fernando Del Priore y llegue a la zona, alrededor de la -hora señalada- 15hs., la tarde bajo una cerrada llovizna, pintaba la zona con el color indeleble de los recuerdos y en El Viejo Almacén, los invitados especiales para el homenaje, son artistas consagrados, con sólido prestigio y trayectoria que llegaron para homenajear a La Diva.


El acto fue conducido por FERNANDO DEL PRIORE, excelente locutor con una impecable trayectoria y discípulo de LIONEL GODOY, QUIEN FUE EL COORDINADOR GENERAL DEL ESPECTACULO QUE PRESENTO A HUGO MARCEL, ROXANA FONTAN, VIRGINIA VERÓNICA, ALBERTO DEL SOLAR, PATRICIA LASALA, LUCIANA Y JOSÉ, (Bailarines) Y LA DIRECCIÓN MUSICAL DEL MAESTRO TONY GALLO, acompañado por MARIO MARMO.

Virginia Luque cuyo nombre real es Violeta Mabel Domínguez  que todos la conocimos como  Virginia Luque. Nació en Buenos Aires,  el  4 de octubre de 1927, y falleció el 3 de junio de 2014. Fue  actriz y cantante de tango. Se la conoció como «La estrella de Buenos Aires» por su gran trayectoria como actriz en radio, cine, teatro y televisión y también por haber realizado numerosas grabaciones.


UN POCO DE HISTORIA. (Wikipedia)
Sus padres vivían en la calle Laprida (actualmente llamada Agüero) 742 del barrio de Abasto. Su padre trabajaba en la sastrería Casa Muñoz y ella nació en la maternidad del Hospital Rivadavia de Buenos Aires. En el colegio era la típica chica que recitaba los poemas y ya decía que quería ser artista. Cursó la primaria la escuela 25 hasta el año 1940 en el barrio de Liniers. 

Uno de los hermanos Muñoz (los propietarios de la sastrería) le comentó al padre sobre un amigo necesitaba una nena para actuar en una obra en el Teatro Liceo, y allí la futura Virginia Luque comenzó su carrera artística.


Trabajó muy joven en teatro con Francisco Canaro (La canción de los barrios, 1946) y debutó en cine en 1943 dirigida por Francisco Mugica en La guerra la gano yo, donde actuaba Pepe Arias a la que seguirían Se rematan ilusiones (1944), Allá en el setenta y tantos... (1945), El tercer huésped (1946), El hombre del sábado (1947), Un tropezón cualquiera da en la vida (1949), con Alberto Castillo, Don Juan Tenorio (1949) y La historia del tango (1949) en la cual dirigida por Manuel Romero tuvo su primer papel protagónico. Con el mismo director actuó en "Arriba el telón" (1951), junto a Juan Carlos Mareco "Pinocho" y las cancionistas Sofía Bozán y Jovita Luna. En 1950 fue vicepresidente de la primera comisión directiva del Ateneo Cultural Eva Perón pero renunció a los pocos días.

Su filmografía incluye unas treinta películas, muchas de ellas en el exterior. Las últimas fueron una participación especial en Los chicos crecen (1974), con Luis Sandrini y otra en el Café de los maestros (2008).


Estudió canto con Julián Viñas, que hizo de su voz pequeña, una voz bien timbrada. Inicialmente Virginia Luque cantaba piezas de diversos géneros: tango, bolero, español e incluso protagonizó la película Del cuplé al tango en la que interpretaba esos dos géneros. Ella misma cuenta cómo cambió:
"Pero en una audición la conocí a Azucena Maizani. Yo estaba ensayando esa melange que me gustaba hacer. Hasta que Azucena me preguntó: Muchacha... ¿por qué cantás de todo? Yo era bastante atrevida y le dije: ¡Si el maestro de todos nosotros, Gardel, canta de todo!  Nada, ella me ordenó: ¡Cantá tango! También me apoyó para que me vistiera de compadrito."


Lucía en los filmes como una joven morocha simpática y vivaz, lejos de toda competencia con las sofisticadas estrellas de aquel momento y de la imagen más madura y seductora que luego mostró la televisión. A este último medio llegó en los años sesenta, en la época del auge de los programas musicales, y actuó en el Show de Antonio Prieto, en Tropicana Club, en La familia Gesa y durante varias temporadas en Grandes Valores del Tango, entre otros programas.

En 1985 actuó para televisión en la serie Libertad condicionada. En 1987 hizo una gira por Japón con gran éxito y ese mismo año actuó en Tango en el Bauen con Jorge Sobral y Amelita Baltar. En 1988 hizo en Argentina el espectáculo Tomodachi (Amigos), en el que estrenó el tango Fujiyama, escrito por Cátulo Castillo sobre música de Aníbal Troilo.




Virginia Luque cantando en El Viejo Almacén en 2009.
Se presentó asiduamente en festivales y teatros así como en las tanguerías más prestigiosas de Buenos Aires, como Casablanca, Michelangelo o El Viejo Almacén.

En 2004 tomó parte del proyecto de Café de los maestros participando en la película y en el álbum. Sirve para apreciar la calidad artística que conservaba a los 77 años en que hizo su grabación para este álbum la anécdota que cuenta el director artístico de la obra Gustavo Santaolalla:
"Virginia vino durante la grabación de ‘La canción de Buenos Aires’, y puso una voz de referencia.

Es un tema que está lleno de lo que en términos musicales se llama calderón, que significa que está todo en el aire, no tiene una rítmica fija, hay espacios totalmente abiertos. La orquesta para, entra la voz (canta: “Buenos Aires, cuando lejos te vi”), y en cada una de esas paradas, la orquesta la va siguiendo a ella para volver a entrar. 




Yo pensé: ‘Cuando venga a poner la voz definitiva, no la va a poder grabar nunca, ¿cómo sabe cuándo tiene que entrar?’. Al otro día viene a poner la voz definitiva, y yo le digo: ‘Mire, Virginia, no se preocupe que hoy en día con la tecnología que tenemos, el Pro Tools y todo eso, si se llega a equivocar, la voz se puede correr y mover’. Ella me miró con una cara como diciendo no me ofendas, y dijo: ‘Lo voy a hacer en una toma’. Y es la toma que hay en el disco. O sea, entró y la clavó. Cuando terminó de cantar, estaba llorando."

El poeta Julian Centeya le publicó -en forma personal- unos versos titulados Virginia de Buenos Aires
En octubre de 2011 actuó en el Teatro Enrique Carreras de Mar del Plata, en el marco del ciclo "Milongueando en el 40".
Virginia Luque "fue la única estrella femenina durante la presentación de Café de los maestros en el Colón. Ella -literalmente- se “robó” el escenario con su histrionismo y personalidad, en una interpretación inolvidable de La canción de Buenos Aires.”

En el 2012 sufrió una caída que le provocó una infección en la piel llamada Erisipela, enfermedad que costó tratar debido a su alergia a la Penicilina. Su médico personal era el famoso Dr. Cahe.
En el 2013 presenció la publicación de su libro biográfico llamado Virginia Luque, la estrella de Buenos Aires.

Su última aparición en la pantalla chica fue el 17 de abril del 2013 en Hechos y protagonistas, un programa conducido por Anabela Ascar en Crónica TV.
Virgina Luque falleció por causas naturales el miércoles 3 de junio del 2014. Sus restos descansan en el Panteón de la Asociación Argentina de Actores del Cementerio de la Chacarita. Tenía 86 años.

Y SEGUIMOS CON MI CRONICA; Por eso estamos aquí, en El Viejo Almacén para recordar esa vida que dejo grabado en la historia del tango, su presencia como Un Icono Universal en la música e intérprete de la modalidad que nos identifica en el mundo. Tango.

Exactamente faltando veinte minutos para la hora prevista, ingrese al Viejo Almacén y me encontré con una sala llena, y de inmediato divise la presencia de importantes y conocidos artistas, cantantes en su mayoría. Subí al primer piso y salude a Fernando y a los que encontré al pasar.

Ya estaba en clima, y regrese a la sala y recorrí las mesas saludando y con mis clic y clic en lo que fui registrando la presencia de todos. Recogía la alegría que disfrutaban por asistir a este homenaje a Virginia Luque que, al recordarla, les trasmitía calidez emotiva.

Con impecable traje gris oscuro con rayas que resaltaban la elegancia del conductor, camisa blanca y corbata al tono, Fernando abrió el acto con la historia de por medio, fue contando y agregando anécdotas que fueron de boca en boca en el imaginario ciudadano, y puso la impronta con la presentación del dueño del lugar, Luis Veiga, quien brindo su emotivo testimonio del paso de Virginia por allí, el último lugar donde estuvo.

También Fernando conto algunos momentos en que Virginia compartió espacio, y escenario con los artistas que hoy se presentarían para el homenaje. Como Hugo Marcel, Roxana Fontan, Virginia Verónica, Alberto Del Solar, Patricia La Sala, Luciana Y Jose, Tony y Mario. Y en la sala, había muchos que también tuvieron sus momentos con La Gran y Bella Diosa Virginia Luque.

Mientras se realizaba la presentación de los artistas, Fernando pasaba momentos en la pantalla de las películas en que había participado La Gran Diva y los presentes pudieron dejar en libertad la emoción que salía silenciosamente en una lagrima, o, atravesaba en la garganta como un cardo para cortar un sollozo.

En la sala había artistas de exitosa trayectoria pero, no los voy a nombrar porque, cuando me falte alguien, me crucificaran descarnadamente, por eso, nombrare a solo dos, Nelly Vázquez y Lionel Godoy que asistían silenciosamente emocionados a todo el desarrollo, además, Lionel era su coordinador general y esto pesa.

Lo mismo que en el escenario, la presencia de monstruos sagrados y consagrados, pasaban bajo atronadores aplausos y ponían el clima pesadamente emotivo con su voz, y recordaban algunos momentos junto a Virginia. Habíamos quedado encerrados en la emoción y cuando ocurre esto, uno se rompe las manos aplaudiendo, silbando y gritando para disimular que está al borde de yorar…

Te dejo un pedacito de historia que cuenta en Chamuyando de Tangos por el doctor Eduardo Giorlandini

Una esquina de barrio
Una esquina de barrio viejo, allá en el tiempo, en San Telmo... Antes de ser almacén había sido hospital, luego -imprecisamente- aguantadero de malevos, después prostíbulo y más tarde conventillo, con un bar al frente -con estaño y mesitas-. En unos años más se convierte en almacén, donde además de bebidas alcohólicas se vendían mercaderías diversas a vecinos y marineros argentinos y extranjeros, antes de zarpar los barcos. Un paso más, temporal por cierto, y aparece el restorán ruso "El Volga".

Cuando Edmundo Leonel Rivero conoce el edificio queda cautivado, por su ubicación, su estructura y sus antecedentes. Al elegir el nombre para el local tanguero se acordó del viejo almacén del tango, de Juan A. Caruso (letra) y Francisco y Rafael Canaro (música), "Sentimiento Gaucho", donde según Pirincho, Francisco Canaro, iban los que tenían perdida la fe y lo que se anotó en los primeros versos de Caruso:
 "En un viejo almacén del Paseo Colón, donde van los que tienen perdida la fe".

Pero hoy, aquí en este Viejo Almacén lleno de tradición y el espíritu que vive en su interior, tiene el alma bohemia, llena de duendes y musas que dejaron a su paso personas como Virginia Luque que no permite que tengamos –perdida la fe-

LUIS VEIGA, DUEÑO DEL LUGAR.
El 19 de junio de 199, salió una nota en Clarín y aquí un párrafo: “Aun así, el 8 de mayo de 1994, mil curiosos celebraron los 25 años de El Viejo Almacén frente a la casa cerrada, oyendo a Leopoldo Federico. Luis Veiga oculta con porteño pudor su condición de agente de Bolsa y ex presidente del club de fútbol Argentinos Juniors. Simplemente dice: Soy tanguero de alma, me dio pena verlo cerrado. Lo reabrimos el 25 de enero de 1996 y desde entonces trabaja los 365 días del año”

SIGO: Y hoy, a pocos días de una nueva presentación del festival mundial de tango, donde los ojos del mundo están puesto en Buenos Aires, EN EL VIEJO ALMACÉN, EL BURIL DE LA VIDA, VA MOLDEANDO LOS NOMBRES DE LOS QUE HOY RINDEN EL HOMENAJE A VIRGINIA. HUGO MARCEL, ROXANA FONTAN, VIRGINIA VERONICA, PATRICIA LASALA, ALBERTO DEL SOLAR, TONY GALLO, MARIO MARMO, FERNANDO DEL PRIORE, LUCIANA Y JOSE Y LA PRESENCIA DE LIONEL GODOY.

Alli también quedo nuestra presencia, que ésta maravilla de la vida permite que nos miremos a los ojos, nos abracemos y juguemos “como duende entre las sombras” con los mimados de la fama, y la calidez de la vida nos enlace en charlas informales que fabricamos en filigranas de sueños dorados para llevarlos prendido al alma, al corazón, al sentimiento.

Salí del Viejo Almacén llevándome el eco de la voces queridas, mis ojos lleno de vida y belleza de mujeres que entibiaron el momento del encuentro, y el fuerte abrazo de los amigos que parecía que hacia añares que no nos veíamos y solo habían pasado tres días…Este es el Espíritu de Virginia Luque que nos juntó y de la capacidad de organización de Lionel, de Fernando, y de la gentileza de Veiga que nos agasajó con un brindis con champan.


…y, aunque me cueste la vida, tengo unas enormes ganas de decir que me derretí en un abrazo con La Fontan, con La Alfano, con La Nieves, con Lasala, con La Verónica, con Sandra García, con Elba Cosentino, con Elba Cristian, con Virginia Vir, con Nelly, y…con Amorina salimos caminando despacito bajo la llovizna que cubría la nochecita porteña que ya pintaba el cuadro del recuerdo…A los varones no los nombro porque son todos feo.


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