Saturday, January 15, 2011

HORACIO LENDOIRO, UN ESTUDIOSO DEL TANGO.

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El tango, la música que nos identifica en el mundo, tiene muchas vertientes en cuando a sus orígenes, a su presencia en nuestra tierra, en lugares y fechas, por ende, he tomado esta reseña, cuasi oficial, que se adecua entre unos y otros y expongo más adelante.

En Adrogué, la pequeña y bonita ciudad al sur del conurbano, tiene raigambre que lo cultiva orgullosamente y expone su trabajo desde la música instrumental, el canto, baile, letra e historia, que al decir de HORACIO LENDOIRO, “más allá del dato testimonial, se debe analizar desde estos cinco elementos”

HORACIO LENDOIRO, integra el “GRUPO AMIGOS DEL TANGO DE ALMIRANTE BROWN” –GATAB- que tiene el objeto de “Promover la comprensión del tango”

Esta asociación está representada y conducida por los señores: HUGO BANGO, RUBÉN BOANO Y HORACIO LENDOIRO, y lo integran cerca de doscientas personas que se reúnen en “EL FOGÓN”, una institución de la ciudad de Mármol, (Almirante Brown) donde todos los viernes se realiza una tradicional “Milonga”

Por ejemplo Lendoiro tiene su opinión respeto al ingreso del tango a la sociedad y expone: “El tengo es el grito de rebeldía cultural del Río de La Plata, y fue en el gobierno de Faustino Sarmiento, 1868 – 1874,  que derrotado López Jordán, Sarmiento impregna al pueblo con la cultura europea, entre los 70, 80 y la década del 90, y para 1897, se conoce el tengo El Entrerriano, que va a perdurar toda la vida, con esa forma del tango que le va a gustar al argentino, se hizo en tres partes con el ritmo del 2 X 4” (Autores Rosendo Mendizábal y Homero Expósito) en su última versión.

La época que rescata Horacio Lendoiro de Sarmiento: (-impulsó la extensión de las redes ferroviarias; se tendieron 5.000 km. de líneas telegráficas, se modernizó el sistema de correos y se inauguró en cable transoceánico, que permitió la comunicación inmediata con Europa. Creó el Banco Nacional, fundó la Escuela Naval y la Academia de Ciencias de Córdoba. La ciudad de Buenos Aires le debe los bosques de Palermo, el Jardín Zoológico y el Jardín Botánico, en los terrenos que habían pertenecido a Juan Manuel de Rosas. Tuvo problemas serios que resolver y enemigos que enfrentar: en 1871, se desató una terrible epidemia de fiebre amarilla en Buenos Aires, por la que en cuatro meses murieron 14.000 personas y debieron cerrarse las escuelas, las iglesias y las oficinas públicas. Esta alta mortandad obligó a las autoridades a inaugurar el cementerio de la Chacarita- Fuente, Wilkipedia)

Historia de El Entrerriano:
Letra de Ángel G. Villoldo (y otros) (1906)
Música de Rosendo Mendizábal (1892)

La música la estrenó Mendizábal al piano en la casa de Laura en 1897. Villoldo escribió una breve letra especialmente para que la cantara la cupletista Pepita Avellaneda, en 1906. Otros letristas anónimos le fueron luego agregando versos...
A mí me llaman Pepita, jai, jai,
de apellido Avellaneda, jai, jai,
famosa por la milonga, jai, jai,
y conmigo no hay quién pueda.  (Villoldo)


Sabrán que soy el Entrerriano,
que soy milonguero y provinciano,
que soy también un poquito compadrito,
y aguanto el tren de los guapos con taquitos.  (?)

Fué el Entrerriano un criollazo
de nobleza e hidalguía,
que captó la simpatía
de todo el que lo trató... (?)

Mi apodo es El Entrerriano, y soy
de aquellos tiempos heroicos del ayer,
el de los patios del farol y el parral....  (?)

En el Barrio de San Telmo yo soy
picaflor y afortunado en amor,
un punto bravo pa'l chamuyo y el floreao,
y buen amigo en cualquier ocasión... (?)

EL ENTRERRIANO (II)
Letra de Villoldo
Música de Mendizábal
Pepita Avellaneda (Josefina Calatti),
es considerada la primera cancionista
del tango. Para ella Villoldo le agregó
unos versos acupletados a El
Entrerriano de Rosendo Mendizábal:


A mi me llaman Pepita, jai, jai,
de apellido Avellaneda, jai, jai,
famosa por la milonga, jai, jai,
y conmigo no hay quien pueda.

EL ENTRERRIANO (III)
Este tango clásico fue compuesto en 1897. Con el correr del tiempo fue interpretado con diversas letras. La que aquí se reproduce se cuenta entre las ú1timas y es la más inspirada de todas ellas.
De la publicación sin fecha del gobierno de la ciudad de Buenos Aires "TANGO NUESTRO"
Letra de Homero Expósito
Música de Rosendo Mendizábal

Sabrán que soy el Entrerriano,
que soy milonguero y provinciano,
que soy también
un poquito compadrito
y aguanto el tren
de los guapos con tajitos.
Y en el vaivén
de algún tango de fandango,
como el querer
voy metiéndome hasta el mango,
que pa'l baile y pa'l amor
sabrán que soy siempre el mejor.

Ven, no ven lo que es bailar así,
llevándola juntito a mi
como apretando el corazón...?
Ven, no ven lo que es llevarse bien?
en las cortadas del querer
en la milonga del amor...?

Todo corazón para el amor
me dio la vida
y alguna herida
de vez en vez,
para saber lo peor.
Todo corazón para bailar
haciendo cortes
y al Sur y al Norte
suelen gritar
que el Entrerriano es el gotán.


Esta es una reseña que es presentada como equilibrio entre las distintas fuentes.

Dicen que la palabra tango es anterior al baile y que por el año 1803 figuraba en el diccionario de la Real Academia Española como una variante del tángano, un hueso o piedra que se utilizaba para el juego de ese nombre. Pero ya en 1889 la institución normativa de la lengua incluía una segunda acepción del tango como "fiesta y baile de negros y de gente de pueblo en América". Sin embargo, debieron pasar casi 100 años para que el diccionario definiera al tango como "baile argentino de pareja enlazada, forma musical binaria y compás de dos por cuatro, difundido internacionalmente".

Otros estudiosos de la música ciudadana argumentan que el vocablo es propio de las lenguas africanas que llegaron con los esclavos al Río de la Plata y cuyo significado sería "lugar cerrado".

Es muy probable que tango sea una voz de origen portugués introducida en el nuevo continente a través del dialecto criollo afro-portugués. Al comparar tango y tambo, Blas Matamoro afirma que ambas son onomatopeyas del tam-tam o candombe utilizado en los bailes negros. Más aún, en dialecto bozal la expresión era "tocá tango" o "tocá tambó" (toca el tambor) para iniciar el baile. El lugar de reunión de los esclavos, tanto en África como en América, era llamado tango.

Y así nombró Buenos Aires a las casas de los suburbios donde, a comienzos del siglo XIX, los negros se encontraban para bailar y olvidar temporalmente su condición. De fecha imprecisa y origen aún más incierto, hay teorías que remiten a sus raíces negras y otras que aseguran su origen inmigratorio. Lo cierto es que a mediados del 1800, los conocidos conventillos de la pujante ciudad de Buenos Aires se llenaban de paisanos del interior, "gringos" recién bajados del barco y varios porteños de pocos recursos que, quizás para diferenciarse o para generar arraigo, marcaron con impulso propio las nuevas expresiones populares.

Mezcla de códigos cerrados y con lenguaje particular, el tango germinaba en las casas de baile, orillaba el Riachuelo, los boliches de carreros y cuarteadores, los conventillos del barrio sur. Por esos años, muchos de los inmigrantes venían solos y las pocas mujeres que venían se encontraban en las academias o en las casas de citas.

La Buenos Aires de los '80 poco a poco se descubría en las academias y en los teatros. En las comedias, zarzuelas y otras obras, los actores empezaron a cantar y bailar tango.
Las academias, también llamadas peringundines, funcionaban sólo bajo autorización en los suburbios o barrios alejados del centro y, si bien en principio eran sólo para hombres, después incorporaron mujeres contratadas para bailar.


Los guapos, compadritos y malevos se encontraban en el Café Sabatino, el Almacén de la Milonga y el Viejo Bailetín del Palomar. En los boliches de la calle Necochea de La Boca, empezaba a escucharse esta música alegre, juvenil y pícara que, bajo el ritmo del dos por cuatro, ejecutaban Rosendo Mendizábal, Eduardo Arolas, Angel Villoldo y otros autodidactas que componían sin conocer las partituras.

El tango dejaba de ser exclusivo del arrabal para internarse poco a poco en el centro de la ciudad. Los organitos callejeros lo difundían por los barrios donde era común ver parejas de hombres bailando en las calles.

Esencialmente porteño, muchos escritores consideran que el tango de finales del '80 combinaba varios estilos de música. En él estaría involucrada la coreografía de la milonga, el ritmo del candombe y la línea melódica, emotiva y sentimental de la habanera. Pero también recibió influencia del tango andaluz, del chotis y del cuplé, a los que se agregan las payadas puebleras y las milongas criollas.

Se cree que el primer compositor de tango fue Juan Pérez, autor del tango Dame la Lata. Sin embargo, es muy probable que hayan existido otros autores y canciones anteriores. Además de la obra de Pérez, las primeras composiciones fueron El Tero y Andate a la Recoleta.

Si bien sus orígenes todavía polemizan las mesas de café de los tangueros, no se discute el prestigio y reconocimiento que adquirió internacionalmente.

Como toda auténtica expresión artística, el tango desentraña nuestra inextricable condición humana, revelando el espíritu porteño. Quizás debido a esta verdad, vive en los barrios de Buenos Aires y en las academias de Japón, en las calles de París y en los centros culturales neoyorquinos. ( Fuente:Welcomeargentina.com)

Horacio Lendoiro nació en Villa Crespo, el barrio donde también lo hicieron Leopoldo Marechal y Osvaldo Pugliese dos clásicos exponentes de nuestra cultura, cuenta que su padre Guillermo Lendoiro era un trabajador de Luz y Fuerza, y practicaba boxeo, su mamá es Concepción Palazzo y tiene un hermano que el lo llama el “hijo pródigo”, y es conocido en la zona, por haber jugado al futbol en el Club Independiente de Burzaco, y al que los amigo lo llaman OVARO.

Una charla rica en anécdotas nos fue llevando por distinto momento y situaciones sociales que impregnaron e impregnan nuestro vivir cotidiano, y el tango no puede escapar a la construcción social que lo integró en cada paso de nuestra historia contemporánea.

Y de acuerdo a los autores de época y de los tiempos que siguieron, hasta hoy, los escritores fueron volcando desde sus distintas experiencias, sus vivencias en los arrabales, en los conventillos y su deambular por las orillas, por los suburbios, que quedaron plasmados en los tangos, en los versos y en las prosas.

Tampoco coinciden en fechas de un punto de partida, y de la presencia en los barrios capitalinos de las comunidades de inmigrantes que nutrieron la presencia social donde el tango dicen: fue la cuna del malevaje, de los guapos, de la prostitución y del candor desflorado en los arrabales.

Y el incursionar de la gente con dinero, los niños bien, que abrían casas para bailar, bajo la atención de señoras y señoritas con experiencia en milongas y modalidades de la época, como Jorge Newbery, Florencio Parravicini, Ricardo Guiraldes, quienes sobresalieron en su tiempo, al igual que Casimiro Pin con su esposa Marta, quienes fueron los primeros en dar exhibiciones de tango. (Fuente. Prensa Rotaria)

A la vez, comentan de las francesitas, polacas, alemanas y de otros lugares que venían a cubrir las demanda sexuales, y cuyos hechos quedaron grabados en las letras de tango. Por ello, he tratado de no herir sentimientos ni escarbar en los recuerdos de hechos que cimentaron el tango, amores traicioneros, hogares abandonados, compadritos y malevos, lucecitas de colores, fracasos y triunfos que dieron vida al ritmo del 2 X 4, que hoy, se pasea por el mundo desplegando arte y belleza.

El “Grupo amigos del tango de Almirante Brown”, se reúne una vez por semana y entre sus objetivos está previsto una audición en radio y una página en la web, para ello, si necesitan informarse, tienen el teléfono 4292-2845- Horacio Lendoiro.