A veces, para escribir sobre un tema que me preocupa, creo que, solamente a mi; porque, leo, observo, escucho, a los medios que me rodean y, no esta visible ni expuesto algo que reclame por; el prístino derecho de la condición humana.
Entonces, me gana una especie de..., pecado, mezclado con genes anarquistas que buscan acción y me tientan a tirar "miguelitos" del alma.
Y caigan como caigan, pinchan.
Esa mezcla, me gana y me empuja a garabatear para que los escibidores, la gente posicionada en intelectos ensalzados, bruñidos, argenteados, me respondan, en criollo y al canto, eso de la voluptuosa concepción de... "elecciones libres, en democracia y libertad"
Sistema pregonado y practicado a troche y moche; por lo menos, en esta parte del continente americano.
Norte, Centro y Sur.
Y quiero que me responda hasta el ultimo combatiente por "los derechos humanos" los de las organizaciones democráticos, pluralistas, de izquierda, derechas, del centro y paralelas, que son las escuadras de templarios, gladia dores, guerrilleros, dictadores, sádicos y masoquistas de cualquier grado y rango.
Nadie ha tomado el tema en su verdadera dimensión.
El principio de ejecución por el respeto del ser humano, en su primera y primaria presencia en sociedad y en el cual, se le debe poner a su servicio, todo el sistema Republicano, Federal, Constitucional y Democrático.
Para que en el acto de nacer; puro, limpio, usufrute de la libertad en todo el espíritu de la concepción.
Y el pobre ser, nace cautivo.
Nadie ha tomado el tema porque,"no hay mejor ciego que el que no quiere ver"
Por lo mismo, todos ponen el granito de arena para consolidar el engaño.
No solamente los que pelean por ubicaciones en el arco del poder, sino, desde los que educan, e instruyen, a los que construyen las estructuras que contienen las normas y pautas para cultivar y procesar el dormidero social.
"El dormidero", es la gran sabana multicolor, gris, negra, roja, amarilla o rosada, que contiene en la suavidad de la costumbre al hombre manipulado.
La Costumbre, elixir metabólico y maligno; absorbe, paulatina y sin descanso al Ser, en su condición social y humana.
La Costumbre, lo duerme en la comodidad que prestan los beneficios, del sistema.
Esta es la gran formula, Constitución, Democracia, Libertad.
Esto equivale a salud, vivienda, trabajo, educación, cultura artística, artesanal.
Libertad de expresión, prensa libre, recreación, desplazamiento sin controles, uso del Bien Común, de franquicias, prebendas y gratuidades que permiten una mejor calidad de vida, entre otros y otros.
¡Y la cumbre!, ¡Elegir y ser elegidos! En libertad y democracia.
¡Nada de dictaduras ni autoritarismos!
Pero, acá viene la madre del borrego.
La constitución te entrega la pautas, las obligaciones, los derechos.
Y enarbola la justa causa.
Te entrega y te brinda seguridad para elegir y ser elegido.
Con la Junta electoral, ayuda a mantener la pulcritud del acto eleccionario.
En una palabra, tenès adecuada la cajita de la legalidad.
Y fuera de la estructura legal, técnica y de control, está la manipulación, mujeres y hombres con sus alforjas llenas de intereses y ambiciones.
La costumbre social, lo absorbe como hechos naturales de la condición humana, ¡y lucha por el acceso al gobierno!, por competir, por ganar.
Para desarrollar la propuesta, el proyecto para El bien común.
El carro lleno de proyectos, de ideas, de derechos y obligaciones, transporta hombres, ¡mujeres y hombres! Egos. Individuos. Ideas.
Y entre ellos y en ellos, deambula el bien y el mal. ¡Inteligencia y capacidad!
Capacidad de adaptación, superación, y por ello, acomodan a sus intereses, reforman leyes, decreto, y la Constitución.
Y crean, astutamente, la estructura que le permite "la estabilidad". A el, a su grupo. Y asume la responsabilidad de ser el "representador oficial" de la sociedad y hace huso de las herramientas que le ha entregado, el sistema Republicano, Federal Constituyente y Democrático.
Haciendo uso de los derechos civiles, de "elegir y ser elegido" se presenta el, con su grupo y, expone su lista. A sus candidatos, para que, en elecciones libres, democráticas y en libertad, los otros, los sufragantes, voten, "su lista" de "sus" elegidos"
Lo elegidos "en la mesa chica" por el y sus asistentes, y que representaran a los cientos de miles de votantes.
Los "miguelitos del alma", ya han caído en la ruta del que và a nacer y, el pinchazo, lo hace gritar, protestando con su primer vagido, por nacer cautivo del sistema y endeudado en dólares.
Luego, chilla y llora, porque, descubre que sus progenitores, solamente "votan" a los elegidos por los otros. Y entre gritos, pide explicación y, en la cual, ya toman la palabra los que acompañan y salen en defensa de los padres y dicen...,"nosotros no podemos elegir, no tenemos plata ni poder, solamente, votamos a los que elige el poder"
Y el recién nacido, preso, endeudado, poco a poco va quedando dormido, entre arrullos, cariños y tibiezas de la costumbre, que le ha cercenado el derecho.
Y bueno, por todo esto, escribo, preguntando, ¿habría posibilidad de reformar, una vez mas la constitución y desterrar las bases del sistema que denigra y discrimina desde el vamos?
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