Monday, February 21, 2011

OPINIONES. EL LEÓN EN LA SELVA, ALEGÓRICO.


TRANVERSALES VS. PERONISTAS.

Ha queda entre las papilas un sabor amargo, o, haber sentido lo desagradable de tomar un trago de aceite resino, eso le ocurrió al representante de la juventud, que en representación de La Campora, intentó “adueñarse” de la campaña de afiliaciones y descalifico a abiertamente al peronismo histórico. “Estos son otros tiempos “-antes se seguía a Perón y Evita, ahora se sigue a Cristina y a Néstor” habría agregado.

Igual, se ha pensado en una afiliación masiva y, Moyano habría propuesto que cada sector organice la suya, para evitar el enfrentamiento con La Campora y los transversales. Ya no cabe duda del Plan 2015, donde se habría pensado en vaciar el movimiento de peronistas históricos y plasmar la política con la transversalidad.

Pareciera que se acerca la hora de un cambio generacional, y bueno, por lo menos aquí avisan, en Oriente medio ya no quedó tiempo. Ahora con una salvedad, los que quieren partir desde el 2015, serán cuarentones, cincuentones hacia arriba, abajo, los veinteañeros son los que empujan. Ellos son los que deben cuidad que no usen los mismos tornillos con que ajustaron sus lugares los que ellos quieren reemplazar.

Y recordar “Mayo del 68” en Nanterre, y aquí, recordar a Perón cuando echó a los “Jóvenes imberbes” de Plaza de Mayo. Hoy, el tiempo está dando una lección de tiempo. Los jóvenes de ayer, como Mohamad el Gadafi, Mubarak y otros africanos que se van echados por los jóvenes que piden cambio generacional, quieren ideas nuevas, quieren solución a los problemas que nunca se solucionaron.

El hambre sigue ahí y La Pobreza ha engordado, camina veleidosa y llena de oropeles. Todos los estamentos de poder aportan para su causa, mientras sus niños mueren desnutridos. Es como una rueda que ha dado una vuelta completa al tiempo y empieza otra.

Hay Internet, se viajó a La Luna, hay celulares, pero el hambre y esas pequeñas miserias de la condición humana, están alerta y al acecho por un lugar en la sociedad, en el sistema que les permita vivir como cualquier hijo de vecino en su propia casa, con trabajo, educación, salud…viejas banderas deshilachadas que están vigentes.

Este cronista, -viarrapida- ha tenido la gracia de apreciar aquellos momentos en que se buscaba Un nuevo mundo, Un nuevo orden, una nueva estructura social, económica, política, religiosa, la Justicia Social de Perón, El Tercer Mundo llenaron de ilusión.

Lo ha visto nacer, crecer y hoy…los veo agonizar entre el poder autocrático, envilecido, odiado. Los Egos, deben hacer mirar a sus Narcisos en aquel espejo de mundo islámico, hoy, en llamas, buscando lo mismo que hace 60 años.
 Disfruten de lo que sigue, este Lunes es para leer sin el motor en marcha.

No es fácil para un peronista romper con un gobierno que, en teoría, es peronista. Pero, a la vez, hay indicios crecientes de que la cuota peronista se ha reducido en el Frente para la Victoria. Y será aún más pequeña, en breve.

 CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). "Quiero pedirle a la compañera Cristina que no nos haga sufrir más y que decida su candidatura a presidente", pidió el presidente del PJ bonaerense, Hugo Moyano, al cierre de la reunión del viernes 18/02 en Sierra de los Padres, General Pueyrredón, provincia de Buenos Aires.

 Moyano lo dijo sabiendo que los escuchaban 2 ministros del Ejecutivo Nacional, Julián Domínguez (Agricultura) y Florencio Randazzo (Interior).

Moyano necesita reordenar su relación con Cristina, luego de haberse solidarizado con Gerónimo Venegas, obligando a Carlos Zannini a llamar al juez Norberto Oyarbide para que excarcelaran al sindicalista.

Algunos funcionarios creen que la jefa del Estado definirá su futuro político en una fecha cercana a los festejos por la Revolución de Mayo.

Pero periodistas como Joaquín Morales Solá afirman que la decisión ya fue tomada, y que Cristina será candidata del Frente para la Victoria.

La pregunta es, entonces, ¿de quién es el Frente para la Victoria?

Es cierto que lo articuló Néstor Kirchner, siguiendo la tradicional política de frentes electorales del peronismo.

Pero, a la vez, considerando que no controlaba gran parte del peronismo. De hecho, y gracias a Eduardo Duhalde, desde 2003 a la fecha el Partido Justicialista carece de unidad en su candidato por la Presidencia de la Nación.

Desde 2003, Kirchner intentó, vía la transversalidad, organizar su propia fuerza electoral. Y el peronismo buscó, a su vez, no ser desplazado del Frente para la Victoria, invadirlo, ocuparlo, y así fue hasta en una famosa convocatoria a Parque Norte, cerca del Aeroparque porteño.

Cerca de los comicios de 2005, porque la transversalidad no le garantizaba los sufragios suficientes, Kirchner reordenó la relación con el Partido Justicialista, pero no fue muy estable.

Inclusive sus 2 reacciones inmediatas, tras la derrota de 2009, fueron renunciar a la presidencia del Consejo Nacional del Partido Justicialista y culpar a los líderes del PJ bonaerense por una suerte de conspiración en su contra.

Cristina Fernández nunca fue muy peronista. Apenas lo suficiente para ir en las listas del Frente para la Victoria Santacruceña, del Frente para la Victoria bonaerense y del nacional.

De hecho, a Cristina Fernández no le interesa el Consejo Nacional del Partido Justicialista, que se lo dejó a Daniel Scioli. Tampoco el ad-hoc Movimiento Peronista. La construcción político-electoral que ella parece preferir es más transversal.

Y es muy complicado asumirlo para muchos jefes peronistas, en especial para el clientelar PJ bonaerense, que cree que sigue siendo la llave de cualquier elección por su peso demográfico. Pero no es lo que opina la transversalidad, que lo desafía, desde el control de los recursos del Estado. Fue difícil entre 2003 y 2005 y sigue resultando complicado.

Cristina cree lo contrario. Los transversales, que buscan que ella quiera su reelección, la acompañan en el deseo de expulsión del PJ bonaerense del Frente para la Victoria, que debería tener 3 etapas: 2011, 2013 y 2015.

No hay proyecto sin reelección de Cristina y, dicen algunos, el último obstáculo -la reunión del PJ bonaerense- fue superado cuando los Barones del Conurbano cerraron la boca acerca de aquello que desvela a muchos de ellos: la lista colectora no peronista que prepara Cristina, con Martín Sabbatella a la cabeza.

Urgente24 se permite dudar de esto último: habrá más obstáculos. Pero es interesante ordenar la información a la fecha.

Algunos fragmentos dominicales imperdibles al respecto:

Hugo E Grimaldi, de la agencia Diarios y Noticias:

"El riesgo no es que Cristina no sea presidenta, sino que Scioli no sea gobernador y es esto lo que no quieren entender en la Casa Rosada". Esta frase corresponde a un notorio justicialista bonaerense, quien estuvo sentado en la mesa principal del camping de los camioneros en Sierra de los Padres.

El dirigente hablaba por teléfono desde un automóvil que lo trasladaba de vuelta a su feudo, tras haber convenido con sus pares que era mejor mantener todo como está por ahora y seguir negociando con el gobierno nacional las listas colectoras, mientras se mantiene la guerra sorda con el kirchnerismo. (...)".


José Picon, en el diario El Día, de La Plata:

"(...) En ese equilibrio inestable, Scioli marcó algunos gestos de autonomía y malhumor. El medio centenar de intendentes que llevó a la reinauguración del Estadio platense, fue leído como una demostración de fuerza frente a la Presidenta.

Mientras tanto, el Gobernador sigue resistiendo el embate K que tiene como blanco su política de seguridad. Los cambios en la cúpula policial son, en rigor, una ratificación del eje que componen su ministro Ricardo Casal y el jefe de la fuerza, Juan Carlos Paggi. Si fue un gesto ante la embestida de la Rosada que pide más resultados frente al delito, pareció demasiado poco. Quienes conocen la entretela de la Policía, prefieren interpretar que se trató de saldar una vieja interna entre el desplazado superintendente Salvador Baratta y el ratificado y ascendido Hugo Mazkin.

Casi sin tregua, en las últimas horas llegó otra señal del malestar nacional: la ministra Nilda Garré escuchó las quejas que le llevó la Comisión por la Memoria y sus estiletazos contra "el autogobierno de la policía" bonaerense.

En medio de ese lodazal, Scioli terminó la semana dejando algunas referencias sobre su futuro. En la comentada reunión del PJ, afirmó que seguirá formando parte del proyecto nacional. Así, parece encaminado a competir bajo el mismo paraguas con Sabbatella, que por estas horas viene cosechando adhesiones de los intelectuales K de Carta Abierta y actores embanderados con el gobierno nacional. Otra señal inequívoca de que irá a la cancha.

Pero el Gobernador tiene aún la bala de plata en la cartuchera. Esa que le piden que use, por distintos motivos, Francisco De Narváez y varios de los enojados intendentes del Conurbano: la decisión de desdoblar las elecciones. Una medida de esas características desbarataría la estrategia K y al mismo tiempo desataría una tormenta de final imprevisible. Scioli no parecería, por ahora, dispuesto a desenfundar."
 
Eugenio Paillet, en el diario La Nueva Provincia, de Bahía Blanca:

"(...) hay que remitirse a la decisión ya tomada por el gobierno nacional: si se decide a ir por la reelección, Cristina Fernández será cabeza de lista del partido Nuevo Encuentro que llevará al diputado Martín Sabbatella como candidato a gobernador bonaerense.
    
La idea es sumar por izquierda a votantes que no confían en Scioli, sobre todo en cuestiones que irritan al "progresismo", como los métodos para luchar contra la inseguridad.
    
Todos los tironeos previos a la reinauguración del estadio Ciudad de La Plata, que incluían la presencia de Cristina, tuvieron casi el condimento de un encuentro ultra formal entre presidentes, más preocupados por el protocolo que por el fondo de la cuestión.
    
Se convino la ceremonia, la caminata juntos, los lugares y que no haya discursos, como así también que a nadie en las tribunas se le ocurriera sacar los pies del plato y armar alguna silbatina. En medio de la tregua, hubo detalles que casi mandan para atrás la asistencia presidencial.
    
Un día antes, Scioli se preocupó en hacer llegar a las redacciones una foto suya con los obreros que trabajaron en el techado del estadio. El detalle no fue que el gobernador estaba haciendo jueguito con una pelota sino el fondo, donde se veía a una de las tribunas pintada de naranja rabioso. Ese color es el que identifica su campaña y pudo observarse en los carteles de rutas y banderas de la costa atlántica. Hasta las vallas de contención, el jueves estaban pintadas de ese tono.
    
Lo cierto es que hicieron un acto que no sólo representó una extraordinaria demostración de fuerza sino que jugaron con el mensaje subliminal de "Scioli Presidente".
    
"Nadie quiere forzar la máquina, pero hoy el gobernador tiene más intención de voto que Cristina. Si se hace lo de Sabbatella y se lleva más del 10%, como no hay ballottage en la Provincia, el riesgo está en que un tercero nos arrebate la gobernación", confió el hombre que viajaba en auto.
    
Esa fue la razón por la que todos aceptaron el viernes patear el asunto para más adelante, cuando se acerque la hora de las definiciones para la presidenta.

(...) Con todo, en La Plata, se insiste en machacar sobre una certeza: Scioli no va a romper con Cristina; no, al menos, ahora, pero de a poco irá marcando sutiles diferencias que eran impensadas hace apenas un puñado de semanas. (...)".

 En tanto, continúan las declaraciones. El intendente de Tres de Febrero, Hugo Curto, volvió a manifestar su desacuerdo con el uso de esa herramienta electoral.

Y, aunque ratificó posición, justificó haber congelado la discusión “hasta junio” para no entrar en el juego de quienes “quieren marcarle la agenda” al peronismo bonaerense.

"Siempre dijimos que el tema de las colectoras se tiene que tratar prácticamente al cierre de las listas, en el mes de junio", aseguró Curto a radio El Mundo.

En tanto, el diputado del Frente para la Victoria, José María Díaz Bancalari, sostuvo que el respaldo a la reelección de Cristina Fernández y a Daniel Scioli, dado por el Consejo provincial del Partido Justicialista "es un deseo de todos los justicialistas".

"Que Cristina acepte ser nuestra candidata a Presidenta es el deseo de todos y no creo que haya nadie en el arco político argentino que reúna las cualidades de ella", dijo en declaraciones a Radio 10.

En ese marco, consideró "apresurado" fijar postura en torno a las listas colectoras que, según opinó "se tendría que resolver en junio o en el momento en que se formulan los frentes y alianzas".

Díaz Bancalari aclaró que el justicialismo "no eludirá el debate", aunque adelantó que "si alguien quiere llevar en su boleta a otra persona, es una decisión de quien encabeza la lista y conduce el proceso político".

"No he visto a nadie que diga que rechace un voto, lo que se trata de construir son consensos y adhesiones", remarcó el legislador consultado sobre la decisión del diputado de Nuevo Encuentro, Martín Sabbatella, de postularse como gobernador de la provincia de Buenos Aires acompañando a Cristina como candidata a la presidencia.

Volviendo a los columnistas dominicales, Eduardo van der Kooy en el diario Clarín:

"(...) Cristina Fernández deja hacer. Ninguno de aquellos episodios, ni el comportamiento de sus funcionarios, la tomó por sorpresa. La única sorpresa la trajo la semana anterior: la Presidenta no ha terminado de digerir la solidaridad de la CGT de Hugo Moyano por la detención de Gerónimo Venegas, enrolado con Eduardo Duhalde, por la causa de la mafia de los remedios.

“Al final son todos iguales”, rezongó en su despacho estos días.

Quizá su desengaño con el peronismo del cual, en verdad, nunca estuvo enamorada, la sigue llevando a comulgar sólo con los ultrakirchneristas y los jóvenes -o no tanto- que adscriben a “La Cámpora”.

Una legión de esos muchachos se está acomodando en distintos lugares del Estado. Abundan los nombramientos en la ANSeS, en el canal estatal de televisión, Aerolíneas Argentinas y el ministerio de Desarrollo Social, que comanda Alicia Kirchner. Hay viejos peronistas en el Gobierno que han empezado a transpirar.

Ciertos ultrakirchneristas se ocuparon de marcar, en sintonía con la Presidenta, los límites de la alianza con Moyano. Aunque también señalaron una justificación: “Hugo no tenía otro camino que descomprimir la CGT. Si no hacía algo con Venegas, se le rompía”, describen. Esa sociedad es intocable en un tiempo electoral y en vísperas de que tomen hervor las paritarias salariales. Pero el clima interno, inevitablemente, se enrarece.

Otra sorpresa podría estar aguardando al gobernador a la vuelta de la esquina. La participación en la interna del PJ del intendente de Tigre, Sergio Massa. Su postulación no estaría llamada a la victoria pero, dependiendo de la cantidad de votos que alcanzara, podría tener derecho a mechar hombres en las listas finales del PJ. Massa y más adelante Sabbatella, serían mucho.

Cristina, al final de la historia, con el soporte de Sabbatella, podría llegar a juntar más votos que el gobernador. Pero esa dispersión ¿no podría también poner en riesgo la victoria peronista en Buenos Aires? Una consultora de opinión pública hizo la semana pasada un ensayo. Testeó en el conurbano y en localidades del interior la boleta de Cristina con Scioli y con Sabbatella.

Como primera conclusión, recogió la extrañeza y confusión de los consultados. Como segunda, estimó que la boleta de Sabbatella podría restarle a Scioli entre 8 y 10 puntos provinciales. Los sensores se activaron.

(...) Scioli dio en las últimas horas dos señales con las que estaría intentando delinear un límite, alguna resistencia. Tuvo a su lado a la mayoría de los intendentes del conurbano que antes lo ignoraban en la inauguración del estadio en La Plata. Esa fiesta, sin embargo, sirvió para traslucir también la idea precaria que tendría el gobernador sobre los procesos de continuidad política e institucional.
Aquella megaobra la inició Duhalde durante su tramo de emergencia en el poder. La primera inauguración correspondió a Felipe Solá en el 2003. Ni el ex presidente ni el diputado del peronismo federal fueron invitados la noche de la celebración. Quizá Cristina no lo hubiera tolerado.

Scioli también simula que nada sucede. Pero conoce que sus tiempos y sus espacios se encogen con dramatismo. Un día que asoma cercano estará obligado a aceptar las reglas del juego que le va imponiendo el kirchnerismo y resignar futuro o zamarrear la alfombra. (...)".


Y el final, con Joaquín Morales Solá en el diario La Nación:

"No tiene otra vida más allá de la política y el poder. Esa es sólo una de las muchas explicaciones (tal vez la más humanamente sólida) que se escucharon en el oficialismo para explicar lo que es ya una evidencia: Cristina Kirchner ha decidido ser candidata a la reelección. Sus gestos, sus decisiones, el contenido de las reuniones con el pequeño grupo de íntimos que la rodea, sus fobias y sus escasos amores conducen a la misma conclusión. Un ministro, dos secretarios de Estado y varios legisladores kirchneristas confirmaron que la Presidenta tomó esa determinación en los últimos días. Ha decidido, también, liderar una fuerza política con el ala izquierda del kirchnerismo, alejada, hasta donde pueda, del peronismo histórico.

La otra novedad, que confirma la decisión presidencial, es que Daniel Scioli no será candidato presidencial. La candidata es ella, le confió el gobernador a su equipo. El argumento de Scioli consiste en que perdería el respeto de la gente si apareciera ahora enfrentado con una Presidenta viuda, después de siete años de una alianza mutuamente incómoda con el kirchnerismo.

(...) ¿Cuándo se hará el anuncio oficial? Lo único que podría plantear un cambio de la decisión actual sería un derrumbe de la Presidenta en las encuestas, pero no hay por ahora ningún indicio de que eso ocurrirá próximamente. Ella conserva un tercio, aproximadamente, de la intención de votos presidenciales. La pregunta que nadie puede responder es si eso significará un piso o un techo para su cosecha electoral.(...)

En una reciente reunión con encuestadores muy cercanos (y poco creíbles para el resto de la comunidad política), de la que participaron también un intelectual de Carta Abierta y un par de funcionarios de su total confianza, Cristina Kirchner decidió tender un puente directo con la sociedad. No quiere cerca a los gobernadores peronistas (con la clara excepción de la provincia de Buenos Aires) ni a los intendentes del conurbano.

Aquellos encuestadores la convencieron de que ella está mejor en las provincias, según mediciones que le exhibieron, que la mayoría de los gobernadores peronistas. Ordenó entonces que desdoblaran las elecciones provinciales y la dejaran sola con la gente común en las presidenciales de octubre.

Esa estrategia explica que el hiperkirchnerista gobernador de Misiones, Maurice Closs, haya adelantado las elecciones en su provincia. Otro ejemplo es la desesperación reeleccionista del gobernador de San Juan, José Luis Gioja, que está apurando una reforma de la Constitución provincial, porque llegó a la conclusión de que no será candidato a vicepresidente de Cristina, un viejo sueño del mandatario cuyano.

El riesgo que corre Cristina es que los gobernadores peronistas se sientan despreciados, como ya comentan entre ellos. En octubre, esos gobernadores podrían trabajar clandestinamente para otro candidato presidencial.

A los intendentes del conurbano, la Presidenta les está imponiendo la candidatura paralela a gobernador de Martín Sabbatella, que tendrá sus propios candidatos a jefes comunales.

El peligro ahí es que se declare una guerra sin códigos. Un viejo intendente, otrora sindicalista y antiguo aliado de Néstor Kirchner, acaba de ser denunciado por el candidato local de Sabbattela de haber pertenecido a la criminal Triple A. Cierto o no, las peleas vecinales no serán un intercambio de ideas entre estadistas, sino un combate entre bandas, tal VEZ ARMADAS. (...)".

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