Como publican todos los diarios, en especial el artículos que se publicó en La Nación, que me hizo el clic, una vez mas sin clases y cuatro millones de alumnos, víctimas del avance huelguero de los docente, maestros, o instructores de programas que, supuestamente, educan a los gurises, en este caso de la Provincia de Buenos Aires.
Cuatro millones de chicos y, ¿los padres? Abuelos tios y otros familiares que sufren el eco, las consecuencias de esta avanzada desmadrada de la condición humana, social, vocacional. Insensibles a los Derechos de los niños que, éllos, los gremialistas, deberían tenerlo como un precepto, dado que Perón lo expone como privilegio. Digo Perón porque, en su nombre cometen la tropelia de entorpecer el conocimiento que necesita el niño que desarrolla su estructura intelectual.
Vital es el tiempo perdido, no se recupera por mÁs que el gobierno extienda las jornadas de clases unos días más. Primero, los niños estan mentalizados con las huelgas, paros, jornadas docentes de capacitación, de recreación, de... Y la falta del maestro por tal o cual motivo y aprovechan, usan del conflicto, -No de los huelguistas- sinó el que se produce en el hogar.
El conflicto del hogar es maleable a las circunstancia de cada familia. (Perdida laboral, pago extras de asistentes, permanencia del niño en la casa, desorientado y a la búsqueda de elementos que ocupen el tiempo, etc,etc.) Además, si estamos en presencia de Pre adolescentes y adoles centes, se comunican telefonicamente y se reúnen en lugares comunes y buscan alternativas para ocupar la falta de la jornada habitual.
También en el hogar, los maestro van perdiendo calidad, ya que al llevar una nota baja, el chico, -simplemente dice, -que querés papá, mamá, si los maestros no vienen nunca y cuando lo hacen te dictan a mil- Papá o mamá bajan los decibles atropellados por la verdad.
Un caso particular es en la Escuela Técnica Nº 1 Martín De Guemes, de la localidad de Longchamp, donde la maestra de Inglés, (De Tercero) ha empezado hace alguno días a dictar clases, ya que siempre ha llegado en tiempo y forma el pedido de licencia o de falta o como se llame el acto de no concurrir a prestar servicio. (Hoy, es el mes de Septiembre)
Como el artículo que publicó La Nación en cuanto a este tema, leí que opinaban los entendidos, psicólogos, sociologos, filósofos, epistemologos y el comisario...bueno, desde el llano, vemos y palpamos a los gremialistas con otra sintonía, sintonía que como dicen ellos, nos "encuadran" en la necesidad, a nosotros los padres y demas familiares, en decir, ¡¡¡Basta de tejes y manejes!!!
Si el gobierno de Scioli no puede frenar la arremetida de estos descastados, sería prudente que los padres salgamos a tomar las aulas para intruir a nuestros hijos y agregar la educación familiar a la intrucción que deberían impartir estos educadores.
Estamos incubando la sarna social de la dejades intelectual, de la desidia humana e incentivamos a los niños y adolescentes, a aceptar la condición que impone su maestro al no darles clase y someterlos arbitrariamente. En esta instancia, el maestro sabe que pierde el respeto. Pierde el respeto de los niños y de los padres.
Solo falta una chispita para que los maestros queden desnaturalizados en su función, ya se escucha el murmuyo del descontento y, que se les adelante que las clases continuaran mas allá del tiempo previsto, tambien trae esa consecuencia anunciada. Alumnos y familiares no podemos quedar preso de estos desnaturalizados "educadores" que trabajan incansablemente para nivelar hacia el suelo, hacia el subterraneo intelectual, hacia la degradación, la desidia de la condición hunana y social, y, artando a la familia que se debate entre los apremios cotidianos, comer, vestir, salud, trabajo y la inflacción que nos proveen los mercaditos de los barrios.
Las fotos son de dos escuelas que están en la llanura social y, con el "valor agregado" de la basura que se acumula en el frente, en los cordones y un arroyo, para competir con el Riachuelo y, para muestras basta un botón, por esta razón, hubiese querido opinar en La Nación, pero, no pude acceder, tenía los códigos y contraseñas y no se cuanto otro firulete cortado o, vaya a saber en que ruta del ciber espacio se extraviaron.
Pero, aquí, los alumnos y padres, familiares y amigos, soslayan la impertinencia de la ciencia y de la técnica y de los huelgueros que "pelean por los salarios" mientras se gasta, se lima el intelecto de los pobres que no junan a la epistemología.
Juanqui.
Juanqui.
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