CONSTRUCCIÓN CIUDADANA.

¿SE USARÁ LA “MATERIA GRIS” EN LA FORMACIÓN DE LA CONSTRUCCIÓN CIUDADANA?

Mientras todavía se escuchaba el eco del anuncio del paro de Moyano, caminaba junto a mi hijo adolescente, (3er año del secundario en un colegio nacional) que; con su patineta bajo el brazo, nos dirigíamos a un playón donde se desplazaban los adolescentes. Charla va y charla viene, sacó una fotocopia de un bolsillo y entregándome el papel preguntó; “¿-que es esto papá…?

JCV. Adrogue-19/03/2011

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Estudiantes bonaerenses estudiarán el escrache y su fenómeno socio político [16 de Febrero de 2011 10:59 ]

La materia Política y Ciudadanía incluirá en su currícula incluirá los temas de "manifestaciones, pintadas, escraches y marchas de silencio", explicaron.

NUEVOS ESTUDIOS. El escrache será estudiado por los estudiantes bonaerenses.

El director general de Cultura y Educación de Buenos Aires, Mario Oporto, confirmó este miércoles que a partir de este año en las escuelas medias de esa provincia se incluirá los temas de "manifestaciones, pintadas, escraches y marchas de silencio" en la materia Política y Ciudadanía, con el objetivo de estudiar la forma en que "se organiza una sociedad democrática y también sus deformaciones".

"Este es un programa que no se adjetiva, ya que después en las aulas los docentes trabajan con libertad de cátedra. Alguien podrá tomar el ejemplo del escrache, lo que fueron las huelgas obreras o las redes sociales como manifestación política, de acuerdo a lo que se quiera estudiar", explicó el funcionario.

Debido a la polémica que la cuestión pueda conllevar, el gobernador Daniel Scioli le pidió a su ministro que "aclare lo que haga falta aclarar sobre el tema" y que subraye "la posición del gobierno bonaerense contraria a la protesta a través de escraches, piquetes y cortes de rutas", dijeron voceros provinciales. Oporto aclaró que "hay un documento (en la materia) que incluye la palabra escrache y no dice que es una forma de participación democrática".

La materia es la denominada "unidad 3 de forma de participación socio-política, que abarca distintas formas de movimientos en el mundo contemporáneo como manifestaciones, marchas de silencio, grafitis, pintadas, escraches, entre otras cosas". "Son las formas en que el mundo contemporáneo ha visto manifestarse a la sociedad, y esos es lo que se estudia en el marco de los regímenes democráticos y los partidos políticos. De cómo se organiza una sociedad democrática y también sus deformaciones", remarcó Oporto en diálogo con el canal C5N.

El funcionario de la administración de Daniel Scioli justificó los temas de la materia porque "para entender al mundo contemporáneo hay que entender todas sus manifestaciones negativas y positivas".

Oporto aclaró que en lo personal está "en contra de los escraches y el fascismo", pero "uno no puede no estudiar la violencia y eso no significa que uno resalte la violencia". "Obviar que es una sociedad violenta es desconocer e ignorar como funciona una sociedad", finalizó.

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Lo miré, y respondi, es una nueva materia-

Si, ya sé, pero, el profesor dice a cada rato que vamos a empezar “construcción ciudadana…por que necesitamos aprender”

Aproveche para hacer una bromita: -Y, ¿no sabes que es construcción…

-Si, ya se, construir casas…

-Y bueno, te van a enseñar a levantar paredes y vas a salir a pintar, a escrachar y hacer piquetes y cortar rutas…

Me quedó mirando con los ojos grandotes y al momento respondió. “Yo, ni loco. A mi me cambias de colegio…”

Me salió una carcajada, mi hijo supo que le había hecho una broma. Luego le respondí a su inquietud.

Mas tarde, junto con un hermano mayor, fuimos a comer tranquilamente y a charlar de sus temas. La educación en sus niveles y colegios. Uno va a una escuela técnica, que cursa su último año, y el que está preocupado por –la construcción ciudadana- empezó su tercer nivel del secundario.

El más grande está contento, ha encausado su interés por estudiar. Después de dos años de intensa lucha para que continúe en ese colegio técnico, encontró posiblemente el lugar.

Un profesor de la técnica, que había escuchado o charlando con un grupo de alumnos respeto a un futuro de los que saldrían de allí, no se le ocurrió mejor aliciente que decir… ”-bueno, mucho no se preocupen por seleccionar carreras o trabajos, ustedes de aquí saldrán solamente sabiendo pelar cables…”

Esta motivación, produjo en mi hijo un desaliento, una pelea y reproche con su madre que había sugerido el colegio, y, un abandono casi inmediato del estudio y se gastó el periodo de faltas estipuladas. Perdió el interés por estudiar y quedó shoqueado. Luego durísima lucha cotidiana para mantenerlo y que siga en el colegio.

Hoy está contento y trajinando sus tiempos en libros, informaciones, Internet y todo lo que le permita, superar y ser el mejor, incluso, su estado físico. Estamos tramitando su ingreso a un colegio militar de la nación.

El segundo, me dice; me parece que yo también voy hacer lo mismo papá, pero me faltan tres años, y cada año agregan materias, como esta que a mi no me interesa, ni de piquetes, ni de escraches ni de nada de eso. Y sino, llevame al colegio donde va a ir él, por su hermano.

Hasta aquí la historia. Dos adolescentes, uno de 15 y otro a pocos días de cumplir 17 años. Dos adolescente como habrá miles, preocupados por su educación y, que pueden pulsar sus capacidades y observar el futuro. Proyectar sus sueños en búsqueda de su mañana con estudios universitarios.

Ahora, tengo la suerte de poder charlar con mis hijos de otras cosas, otros tiempos, de principios, de formación –construcción ciudadana- hablamos de la construcción ciudadana que nivela hacia el piso y de la que le permite mirar hacia arriba. Les muestro el rostro de la pobreza en sus distintas características, de los genes que la arraigan y de los campos fértiles para que se reproduzca rápidamente.

Y cuando salta una astilla que no la reconoce en la palabra, inmediatamente van a los libros. Tienen una biblioteca con autores tradicionales, y gracias a Dios, la televisión apagada.

Mi construcción ciudadana, nuestra construcción ciudadana empezó en mi familia, cuando empezamos a caminar con ellos de la mano, a los dos, tres añitos, cuando los llevábamos al jardín, al primario y charlábamos y charlábamos y les mostrábamos situaciones, cosas, vestimentas, actitudes y todas esas cosas que nos prestaba la vida. Su mamá y yo.

Cuando le enseñábamos a escuchar y emitir palabras, cuando le mostrábamos pequeñas cosas, formalidades, respeto, costumbres, principios, precedencia y ubicuidad. Esas pequeñas cosas, ceder el paso, el asiento a una persona mayor y más a una mujer. Ser gentil, amable. Las pequeñas cosas que hacen al temperamento.

Bueno, y otras muchas que no son para exponerlas aquí. Pero, quería significar que mi construcción ciudadana  con mis hijos, es un aporte a lo que propone Oporto, el gobernador Scioli, quizá no van a ser buenos escrachadores, buenos piqueteros ni se plegaran a subvertir la pedagogía pero, son ya, buenos ciudadanos, de buena madera y con abolengo nacional y cristiano.

Hay miles y miles de adolescentes que están atravesando el desierto impiadoso del –secundario- que en pocos años a cambiado de modalidad una y otra vez, como si se emperrara en desestabilizar la educación y la comprensión de padres y alumnos.

Cambian modalidad, pero los profesores siguen siendo los mismos, desgarbados de cerebro, desaliñados en su vestir, descuidado en su persona y con poca atención en la educación. Dicen que están adaptados a los tiempos.

Son los que enseñan junto con las familias, pero, la mayor parte de la educación la reciben con ejemplos y actitudes que trasmiten con gestos cotidianos, por ejemplo: El profesor al alumno “Che boludo, alcánzame el cuaderno…

La profesora a la alumna: “-ayyy boluudaa, ¿fuiste a verla…? (Una película)

En un colegio de educación pública del conurbano y por vergüenza ajena no nombro a los profesores. ¿Será esta la construcción ciudadana vigente…? ¿Serán los tiempos del “boludo”?

Y a lo mejor, soy el equivocado y ellos, los profesores, debieran de sentir vergüenza por mi retrograda educación al pensar que esas palabras son bastardas, y,  pudieran pensar que mi formalidad de anteponer señor, señorita o joven es –una construcción perimida, vieja.