ANA IRASELMA GENEIRA, EFICIENTE FUNCIONARIA, TIEN UN LADO FLACO, SU PUNTO DE CONTACTO CON EL ASISTIDO O VISITANTE, ES RECIBIDO POR UNA PERSONA MAL EDUCADA, PREPOTENTE Y GUASA.
Una pena, por estos detalles insignificantes, a veces, se toma o lleva una mala imagen de un área eficiente como la que conduce la funcionaria del gabinete de Giustozzi.
Llegué, al ingresar como siempre, una persona sin decir –buenos días o lo que correspondiere al recibimiento protocolar, me increpó en tono alto y soberbio, mas vale bruto… ¡¡Ute, que quiere…! ¡¡Como se yama!! Grito el gurca.
Y yo, asustado como Giordano, casi me pongo a gritar como él…”no me pegue soy…”
Ante este recibimiento y cohibido, casi asustado, respondí con voz baja, miedosa, Juanqui, -señor- me llamo Juan Carlos, yo, Varela…García, Castañeda. Y, tímidamente pregunte, ¿Y usted, como se llama señor?
¡¡Ah, eso no le importa!! ¡¡Ute que quiere, ah!!
Pero…señor, yo me presenté… y quisiera que usted también lo haga…Así se con quien hablo. ¡También como un cándido, pretendía que me respondiera como a un señor!
¡¡A ute no le importa, ute que quiere…Ah!!
Dado mi apocamiento ante el empuje de un brutazo que recepciona a los visitantes o a los que van a ese lugar con la miseria a cuesta, a los que van en busca de “La Geneira”, no sabía que hacer, casi salgo corriendo, tembloroso.
Gracias a dios, que un señor que me conocía, salió en defensa de ese humilde y apocado periodista y, me salvó del torpe.
Con la presencia del panzón burocrático y el brutazo este, casi caí aplastado, solamente por llegarme a saludar a Ana Geneira, una funcionaria que aprecio, estimo y quiero.
Ahora, si no atan Al CÁNIDO no podré llegar, salvo que la asistente que le corresponde seleccionar a los que imprimen la imagen de la gestión, se preocupe por defender la partecita que muestra la imagen protocolar de la funcionaria, por que sé, que ella, Ana Iraselma Geneira, no tiene nada que ver.
Una pena, por estos detalles insignificantes, a veces, se toma o lleva una mala imagen de un área eficiente como la que conduce la funcionaria del gabinete de Giustozzi.
Llegué, al ingresar como siempre, una persona sin decir –buenos días o lo que correspondiere al recibimiento protocolar, me increpó en tono alto y soberbio, mas vale bruto… ¡¡Ute, que quiere…! ¡¡Como se yama!! Grito el gurca.
Y yo, asustado como Giordano, casi me pongo a gritar como él…”no me pegue soy…”
Ante este recibimiento y cohibido, casi asustado, respondí con voz baja, miedosa, Juanqui, -señor- me llamo Juan Carlos, yo, Varela…García, Castañeda. Y, tímidamente pregunte, ¿Y usted, como se llama señor?
¡¡Ah, eso no le importa!! ¡¡Ute que quiere, ah!!
Pero…señor, yo me presenté… y quisiera que usted también lo haga…Así se con quien hablo. ¡También como un cándido, pretendía que me respondiera como a un señor!
¡¡A ute no le importa, ute que quiere…Ah!!
Dado mi apocamiento ante el empuje de un brutazo que recepciona a los visitantes o a los que van a ese lugar con la miseria a cuesta, a los que van en busca de “La Geneira”, no sabía que hacer, casi salgo corriendo, tembloroso.
Gracias a dios, que un señor que me conocía, salió en defensa de ese humilde y apocado periodista y, me salvó del torpe.
Con la presencia del panzón burocrático y el brutazo este, casi caí aplastado, solamente por llegarme a saludar a Ana Geneira, una funcionaria que aprecio, estimo y quiero.
Ahora, si no atan Al CÁNIDO no podré llegar, salvo que la asistente que le corresponde seleccionar a los que imprimen la imagen de la gestión, se preocupe por defender la partecita que muestra la imagen protocolar de la funcionaria, por que sé, que ella, Ana Iraselma Geneira, no tiene nada que ver.
Juanqui.
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