Los militantes del movimiento peronista, quizá el más grande del mundo, va tejiendo su filigrana política, y buscan afanosamente posicionarse como referente de las distintas agrupaciones, movimientos sociales e instituciones tradicionales para cambiar estructuras perimidas.
Dentro de los centros operativos, florecen como gramilla, los que quieren ser referentes de los mismos, y disputan el lugar abiertamente. Lo asiste su derecho y libertad para ejecutarlo.
Cansado de los tradicionales candidatos, y hastiados de ser manipulados, busca el espacio para proyectar su presencia y trabajo social y político. Se instala y forma su centro operativo, y desde allí trata de generar su propuesta.
Las organizaciones institucionales, desde los ejecutivos, comunales, provinciales, nacionales y de los poderes legislativos, tienen un plantel de –dirigentes- que se han afincado desde hace varios años y han generado su ámbito de poder.
Cada funcionario es el generador de partículas individuales que se suman al núcleo, en este caso, el legislador, o del ejecutivo que dispone la –revolución- (movimiento) que imprime a la lucha partidaria que les permita los votos para perpetuarse.
Las herramientas son muchas, y las disponen según la ubicación que ocupen en el organigrama del poder y, de acuerdo al proyecto de cada individuo.
Las herramientas más simple son el favoritismo, amiguismo, subsidios, nepotismo, que tienen implicancia en todos los estamentos, desde lo jurídico, económico, financiero, al plano laboral, comercial, educativo-cultural, por disponer del uso de estas “franquicias” que les provee el estado, en primer término.
De aquí en más, esta práctica se derrama en la sociedad y prende con facilidad, los ejemplos, en los que quieren ingresar al circuito del sistema, volviéndose un círculo vicioso, contagioso, nocivo y facilista que permite a los postulantes (Que se multiplican), a ser parte del circuito.
Todo militante que quiera postularse dentro del movimiento, necesita de las herramientas para construir su proyecto, y, las utiliza tal cual lo provee el sistema.
Es decir, quiere cambiar pero, usa los elementos de los canales corroídos.
La fragmentación del movimiento político, tiene un cauce de más de 40 años que se fue formando en aquellos largos 18 años de espera al líder. Juan Domingo Perón.
Fueron tiempos de aguante (Resistencia), organización y un tibio intento de emancipación de algunos referentes políticos-gremiales, que, creyeron que podían suplir la conducción de Perón. El, desde el exilio buscaba mantener la organización, la disciplina y la concepción de unidad doctrinaria.
En los años 60, en distintas partes del mundo, nacían grupos que se rebelaban contra los sistemas que los habían oprimido por años y Argentina, con una juventud pujante, tenía en el peronismo una fuente donde abrevaban los cambios políticos y sociales y en el ámbito de los trabajadores, el peronismo sembró la mística. En las universidades, se miraba con simpatía hacia Nanterre. (Francia) Dani, “El Rojo” era el ejemplo del rebelde.
En Argentina, en las facultades ya se habían desarrollado las pequeñas estructuras que buscaban liderar a los jóvenes, con banderas ajenas al sentimiento nacional, principalmente, con la internacional socialista y no tuvieron eco en las filas de trabajadores que cerraron filas alrededor de los gremios y de los sindicatos.
El pueblo en su mayoría, tenía en el sentimiento la gratitud hacia Perón y Evita y, esperaba el retorno del general. Esto, les cerró las puertas a –los revolucionarios- que buscaban instalar metodologías importadas.
Hasta 1973, el respeto y lealtad eran para el general. Luego vendría la turba salvaje de los egos que arrebataron puestos de conducción y sembraron el desconcierto. Más luego, los golpes militares diezmaron las organizaciones peronistas de trabajadores y florecieron los intelectos progresistas con estructuras económicas que les permitía instruirse en las universidades que fabricaba –asesores y funcionarios- para cualquier gobierno.
Los trabajadores del llano social, empobrecidos, no tenían la oportunidad de –competir- con los cuadros capacitados con el dinero del pueblo. Los elementos que producían las facultades, se camaloneaban bajo la caparazón de –peronistas- para ubicarse en la estructuras logísticas del poder, así, se fue distorsionando la esencia filosófica y nacía un peronismo camuflado, que no respondía a los principios de la doctrina, nacional, popular, humanista y cristiana. La doctrina peronista.
La “vuelta a la democracia” con el radicalismo, mostró la afluencia de camaleones que volcaron sus favores para neutralizar al peronismo. Después, el arrepentimiento tardío.
No obstante la evolución intelectual, tecnológica, social, económica, -el progreso- consume principios, lealtades, valores éticos y morales.
Los medios de comunicación han puesto al servicio de las mayorías un rápido sistema que ha permitido conocer el uso de herramientas que manejaba la elite de los grupos de poder.
Hoy, nada, o casi nada se puede mantener en secreto y cualquier persona del llano social puede acceder a una computadora en cualquier locutorio y obtener la información que necesita para armar su proyecto o conocer las fuentes que administran sus derechos.
Este avance de la ciencia y de la tecnología, ha despertado el conocimiento a un ritmo acelerado y ha permitido perder el miedo a los tabúes, al poder de –los doctores- ha permitido abrir las puertas de los claustros arcaicos y ver, el desarrollo misterioso de los elementos que usaron para manipularlos y someterlos.
El militante peronista, el del llano social, ha despertado y va adquiriendo conocimiento que le permite observar las mecánicas utilizadas, quizá no en profundidad, ni competitivo en lo profesional, pero sí, aplicable al organigrama social en el que desarrolla su actividad, y es el capital –Los votos- que puede administrar en sociedad con sus pares, los que menos saben, pueden y tienen.
La política del –billetazo limpio- se impone todavía, hasta que el dirigente del llano social, el representante de “los usados” de siempre, sepa neutralizar la manipulación, y tenga la claridad de -saber- en que momento debe volcar su decisión, (El voto de su gente) sin dejar de recibir los –beneficios- que el poder de turno les provee con su propio dinero para mantenerlos cautivos.
En el llano social, subyace este despertar del conocimiento que les provee la tecnología y la gauchada que les hace Internet, donde, la mayoría recurre para mirar, muy de cerca, las informaciones que afloran y les muestran y les indican, les enseñan a llevar a la práctica las mecánicas que son utilizadas por los estamentos de poder.
Poco a poco van arrinconando al monstruo panzón burocrático, millones de consultas para ubicar y seguir expedientes, para agilizar trámites, para conocer a los responsables de lugares claves, para radicar denuncias, para subir fotos, para mostrar pruebas, para conocer las rutas de subsidios, para conocer los vericuetos corruptos, nombres de funcionarios, dineros perdidos en caminos perversos, la casta nepotista, (Familiares de funcionarios que trabajan en lugares de privilegio) y, todo lo que requiera su inteligencia y las necesidades de trabajar por el bien común.
El llano social despierta y aprende a manejar los elementos que les muestra las operatorias que lo han postergado y, van tejiendo la filigrana revolucionaria, sin sangre ni armas bélicas, se agrupan y reclaman sus derechos, pueden pensar en silencio y armar sus proyectos, comunicar de abusos y traiciones, señalar egos ambiciosos, comparar y decidir.
Quizá todavía le falte gimnasia ejecutiva para el enfrentamiento verbal, en la macroeconomía, en la administración de los dineros públicos, en los estamentos jurídicos, y en todas aquellas decisiones que les afecta, al haber entregado (Con sus votos) al poder legislativo, ejecutivo que hace y deshace en su nombre.
Pero, ya sabe, ya conoce donde radica el mal. Ya tiene conocimiento de la Cienaga putrefacta que devora la condición humana y social. Ya sabe que la Flor de Loto, nace y florece en as aguas nauseabundas y encantan con su belleza.
Por eso, hoy se observa a ojos vista, un ejército de postulantes, de militantes que han iniciado el camino en la búsqueda del momento de reemplazar a los pertrechados y perpetuados en las élites de poder.
Los de llano social, buscan afanosamente, la forma de neutralizar a los que tienen ocupadas Las Bancas, Secretarías y funciones en los ámbitos tradicionales y quieren mantener sus lugares u, ocupar otros estamentos sin dejar de pertenecer al circuito del sistema que les provee de bienestar personal, familiar y de amiguismo.
El movimiento peronista está en ebullición, busca encausar la concepción de unidad, quiere nuevos representantes, quiere terminar con la transición familiar, con el camaleonismo, con los egos narcisos, con los importadores ideológicos, con los usurpadores extradistritales, con los funcionarios bucaneros, y…gime contrito ante los latigazos de los billetazos sometedores.
No quiero ejemplificar con distritos del conurbano, pero, cada ciudadano, sabe quien es su representante y lo que hace en función de su bienestar. Conoce a quien está sentado en la legislatura zonal y, a los funcionarios que son de sus localidades o, a los que han traído para ocupar lugares de su pertenencia zonal.
Todo se sabe, y no se –grita- a los cuatro vientos del malestar que ha producido la imposición de candidatos. Los del llano social, se han agazapado, miran hacia el horizonte y hacia atrás, a la espera del momento oportuno, mientras, les dedican una sonrisa, le brindan un palmetazo y aceptan dadivas del líder zonal –ausente-.
Y miran, con sorna, a los que les -usaron los votos- para asumir en sus bancas y de inmediato cambiaron de posición, faltándoles el respeto en una olímpica traición a los principios morales y ético.
En el llano social…se oyen ruidos de aprestos reivindicatorios de los gronchos, de los descamisados, de los negros cabecitas, que se van agrupando en movimientos sociales para defenderse de los –aprietes- subsidiarios, laborales, salariales que obligan a prestar presencia partidarias para satisfacer a ególatras –funcionarios-
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