- dijo D`ELÍA:
"LOS DEL LOCK-OUT PATRONAL SON: PATRONES NEGREROS CON TRA BAJADORES EN ESTADO DE SEMIESCLAVITUD Y EVASORES DE IMPUESTOS?
MARCELO GUSTAVO CENA para clarin-viarrapida-confinadrogue-Bs.As.-Argentina- 6:14 (hace 15 horas)
LOS DEL LOCK-OUT PATRONAL SON PATRONES NEGREROS CON TRABAJADORES EN ESTADO DE SEMIESCLAVITUD Y EVASORES DE IMPUESTOS.
LOS DEL LOCK-OUT PATRONAL SON PATRONES NEGREROS CON TRABAJADORES EN ESTADO DE SEMIESCLAVITUD Y EVASORES DE IMPUESTOS.
Por Luis D`Elía
La noche fatídica del voto no positivo los vi abrazarse como si hubieran ganado la Copa Libertadores de América. Mientras bebíamos el duro ajenjo de la traición, decodificábamos claramente el porqué de la alegría de Biolcati y Miguens. En cambio, “el malevaje extrañado miraba sin entender” la euforia de De Ángelis y Buzzi.
La primera yunta había logrado hacer descender los techos de las retenciones móviles de 52.5 a 33 %. En cambio, los otros dos festejaban haberse hecho famosos, ser posibles candidatos políticos; habían conseguido la gracia plena del establishment que les acariciaba la nuca y les susurraba dulces promesas en los oídos.
Habían traicionado el grito de Alcorta, siendo funcionales en sus acciones a nuestra puta oligarquía terrateniente, autoritaria, sangrienta, que hoy huele más que nunca a bosta de vaca y a gringo transnacionalizado.
Por entonces, el quintal de soja llegó a cotizarse en Chicago a 608 dólares y las operaciones diferidas de los mercados a término llegaron a cotizar arriba de los 800 dólares.
Fue así que la mayoría de los pequeños y medianos productores cayó en la trampa de su dirigencia, que los convocaba a la no comercialización de granos. Al poco tiempo se rompió la burbuja de la globalización financiera mundial y los commodities se derrumbaron a la mitad de sus precios, provocándoles a los pequeños y medianos productores un daño económico irreversible, muy superior al que puede provocar cualquier sequía.
Para algunos hay 10, para otros 15 o 20 millones de toneladas de granos en los silo-bolsas. El pedido de la “mesa de enlace” de suspender o anular las retenciones al sector agroexportador tiene más que ver con la posibilidad de resarcir el daño causado por la dirigencia agraria, que con la legitimidad de un reclamo que resulte aceptable para el resto de la comunidad argentina. Aquí el nudo del tema es la soja, el resto de los planteos es para confundir a la tribuna.
La maldita soja, que genera desmonte, atropello y despojo a los pequeños campesinos; que desertifica, que necesita insumos que pudren el agua y el oxígeno; la maldita soja que concentra la tierra y extranjeriza a manos de las multinacionales gringas.
Ésta es la única bandera que agitan estos tipos de la “mesa de enlace”. Es raro ver cómo los tratan el grupo Clarín y la gran prensa argentina.
Dice TN que son los “representantes del campo”, y a sus acciones de protesta las llama “paro agrario”.Nunca Clarín va a decir que el ingeniero Huergo, uno de los dueños de Clarín Rural es un tipo íntimamente ligado a los más profundos intereses del oligopolio.
Lo de ellos es lock-out patronal -“paro” sólo hacen los que viven de su trabajo- y sólo representan a los panzudos patrones de los que hablaran el inolvidable Jorge Cafrune o don Atahualpa Yupanqui. Patrones del partido conservador.
Patrones negreros, con trabajadores en estado de semiesclavitud. Patrones evasores de impuestos y de responsabilidades sociales. Patrones del Ingenio Ledesma y la “noche del apagón”. Patrones de la Patagonia trágica. Patrones del pago con vales. Patrones de niños sin escuela y sin pizarrón.
Patrones de tuberculosos peones golondrinas a lo largo y lo ancho de nuestra patria, ayer, hoy y siempre. Patrones de Uriburu, de Rojas, de Aramburu, de Onganía, de Lanusse, de Videla y de Massera.
Patrones grandes, medianos y chicos. Patrones con mentalidad capanga, burguesa y xenofóbica.
El patrón Miguens, candidato del Pro.
El patrón Llambías, candidato del Ari.
El patroncito Buzzi, candidato de no sé quien.
Lock out patronal y campaña electoral son dos caras de la misma moneda que hoy acuñan los poderosos. Quieren que no haya límite a las exportaciones para que el kilo de carne en el mercado interno nos cueste 80 pesos y se aleje definitivamente de la mesa de los argentinos. Quieren la Argentina agroexportadora de 1910 y no un país desarrollado, con trabajo, donde quepamos todos.
Hoy, éstos que no aceptan una sola modificación al status-quo de los ’90, han lanzado el ejército destituyente a las calles. Ya no hay soldados, ni ametralladoras ni tanques, ni marchas militares ni fusiles.
Hoy sí hay cámaras de televisión, grabadores, engaños, mentiras, tergiversaciones, demonios, políticos zoretes del establishment, y estos dirigentes de la mesa que han logrado enlazar tras de sí a las élites dominantes y a la clase media tilinga, que se niegan terminantemente a construir una patria para todos.
No quieren pagar impuestos, quieren olvido e impunidad para sus lacayos de entonces; colgados de las medias del Tío Sam, quieren ponerle la pistola en la cabeza a nuestra democracia y a nuestra libertad.
Diría alguien que sabía más que nosotros: “Me preocupa más la desidia de los buenos que la perversidad de los malos”. Su ejército de maldad está a las puertas, no te quedes escuchándome impávidamente.
Luis D'Elía
PD: Acordate, “me preocupa más la desidia de los buenos que la perversidad de los malos”.
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