¡¡¡QUE LINDO ACTO...!!! -DIJO LA PRESIDENTA CRISTINA, ¡¡Y LLENÓ LOS CORAZONES DE DULZURA!!

No se escucharon -los bombos- no se vieron -los colectivos- que acarrean militantes ni se observó la clásica columna. Nada de eso. Solo se veía grupos y grupos de mujeres, niños y hombres caminando hacia el lugar. La Escuela Nº 71 de Rafael Calzada.

Allí fue la convocatoria para inaugurar el establecimiento educativo Almirante Brown y, l o hacía nada menos que la PRESIDENTE DE LA NACIÓN Cristina Fernández de Kirchner que al calor popular, solamente...Llaman y gritan CRISTINA.

Llegó acompañada del Ministro de Planificación y la recibió el Intendente del distrito, DARÍO GIUSTOZZI quien ofició de avezado anfitrión y le brindó la calidez de su pueblo.

Fue una puesta de la técnica de comunicación que abarcó y cubrió Tres Actos al mismo tiempo, a través del sistema de Tele conferencia, por lo mismo, se pudo asistir y escuchar a un mismo tiempo la voz de los participantes y ver las imágenes por las pantallas ubicadas al efecto.
Má allá del hecho concreto, el anuncio de las obras que están en ejecución y de la Escuela terminada, el acto, tuvo dos protagonistas. El pueblo y Cristina.
Cristina radiante. Se entregó de inmediato a los presentes que pugnaban por -verla- querían llenar sus ojos con la imagen de la Presidenta.

El pueblo estuvo dividido, menos de la mitad dentro del predio del estable cimiento y afuera, en la calle, la mayoría, que, no pudieron ingresar y…quedaron expectantes, para escuchar la palabra de la mujer a la que fueron a ver.

Tiene el don de imantar el sentimiento y atrapar la atención de los que rodean el espacio en la que se encuentra y, al ingresar al palco, produjo la ovación y la Presidenta respondió con la simpleza y simpatía y enviaba y recibía –saluditos al aire- con gestos y palabras que invitaba a la gente a levantar los brazos y gritar su nombre.
Luego de los discurso, al finalizar el acto, la Presidente bajó del escenario y fue al encuentro de los que bordeaban las vallas. Y el público se abalanzó para tocarla, besarla, abrazarla y les entregaban a sus niños.

Y una enorme cantidad de papelitos (Cartas) fueron entregados a sus ayudantes, ya que ella no tenía bolsillos (Como suele hacerlo Giustozzi) para recogerlas.
Observe en un momento que, los custodios peleaban denodadamente para retenerla a su lado, ya que la gente parecía que la quitarían, alzándola como si fuera una muñequita.
Se fue Cristina…Y en el aíre se palpaba el sabor de las cosas lindas que se vivió, la gente sonreía y recordaba a viva voz que…"Casi la toque…"

Carolina

Juanqui

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