Cuando Los Santos vienen marchando, se encolumnan los espíritus, sin ego, sin color, para que, la presencia de Claudia floresca entre los que esperan mirando el ayer. Para que los que proyecten futuro se nutran con el espíritu batallador de la mujer que entregó su tiempo y su vida, para El Bien Común.
Ahí cayó, con la palabra resonando en sus labios. Ahí, con el último pensamiento para los que menos tienen. Para los que menos pueden. Ahí, sin pedir cuartel, entre los duendes que burilan y pintan las almas, entre ecos de poemas y prosas de cielo.
Su cuerpo caído, abrió el espacio que funde con su nombre, las palabras, Paz...Armonía, Solidari dad, Trabajo, Voluntad, Respeto, Lealtad...Lealtad. Y convocó a su tiempo, a los jóvenes. Y convocó a los viejos, a las mujeres, a los trabajadores y sumó capacidad, sensebilidad y ternura.
Hoy, El periodista no trabaja, está de duelo.
Juanqui.
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