Friday, September 18, 2009

CUIDADO CON LOS RESENTIDOS QUE PUEDEN FORMAR UN EJERCITO


¡¡CUIDADO CON LOS RESENTIDOS QUE…

PUEDEN FORMAR UN EJERCITO!!

Los trabajadores, en su mayoría son herramientas que cumplen la función que le provee el empleador. Por un lado, por el otro, el empleador puede ser privado u, oficial. Y, en este caso, trataré el de los que cumplen tarea dentro de los estamentos oficiales. Municipios, organismos provinciales o nacionales.
Específicamente, de las personas que cumplen funciones, tareas muy cercanas a un ejecutivo, un dirigente político, un Secretario de Estado, en fin, UN FUNCIONARIO DE CUALQUIER ENTE CON PODER.
El funcionario al tomar su despacho, el lugar, la función, se rodea de –gente conocida- y con conocimiento del metier. O, puede aceptar la presencia de colaboradores impuestos por fuerzas políticas asociadas.
También suele ocurrir que el lugar este rodeado de personas que vienen de gestiones anteriores y tengan un amplio conocimiento del área de que se trate.
Si esto ocurre, el funcionario nuevo, suele pedir colaboración y poco a poco, se suman los viejos a los nuevos y, también es posible que los viejos, superen en conocimiento práctico a los nuevos.
En los primeros tiempos se forma –la familia- Todos contentos y felices.
Más tarde, los celos y rencillas internas, hacen que –el funcionario- quede al medio de la disputa de espacio y, toma una decisión. –alguien quedó fuera del circuito.
Ese alguien, ya es un potencial –enemigo- del funcionario y, por ende, de la gestión.
Estos desplazados forman un circuito de lamentadores profesionales y poco a poco, aflora el –resentimiento- y, por venganza, trasmite lo que no tendría que conocer el llano social. O las fuerzas –enemigas- que disputan electoralmente, los espacios en cuestión.

El funcionario en la medida que ejecuta su función, expande su tareas en pos de su objetivo de la gestión que representa, y generalmente, van a favor de la corriente, pero, si ocurriera un desvió de técnica o táctica, el que quedó fuera de circuito, comienza el bombardeo de culpas y expande el ataque.
Como está dentro del área, se entera de minucias y la adecua a su generación de -informe confidencial- Además aprovecha la mínima indisposición de otro compañero, para incentivar un grupo de disidentes y se genera un resentimiento hacia el núcleo de fieles que rodea al funcionario.

Esto, ocurre a diario, por lo general, donde suelen suceder cambios de secretarios de secretarios que, están salamereando al funcionario, generalmente, estos salameadores o salmereadores, -merodean alrededor del queso- El queso, un lugar cómodo con cierta jerarquía y mejor sueldo.
Estos trabajadores van armando una red de informaciones –confidenciales- que se lo van contando al amigo, al familiar y de allí, a la comunidad lisa y llana, es decir, al llano social.
En esta instancia de pre y pos actos eleccionarios, el que pasó del 28 de Junio al que se avizora del 2011, se están tejiendo entre las sombras, las tácticas de desplazamientos de los funcionarios que tengan el flanco debilitado por estas rencillas o deslealtades domésticas.
A veces, se suele perfilar entre los grises esfumados, la figura de un integrante del gabinete o legislativo, que azuza a su faldero y, con solo insinuar que por ejemplo:”…el amarillo no me gusta, o hay que voltear el galpón” para que tomen la bandera y agite –el cambio.
El secreto se posesiona en los cuchitriles donde –los empleados que se apilan en oficinas, sobrantes de gestiones anteriores, esperan pasar el tiempo, el horario a cumplir y, allí, se produce el motor generador de la usina que emite el rumor que recorre despacho a despacho y gana la calle. -El que -dicen…- Es como una inyección en las venas que recorre el cuerpo del tejido social.
Una vez instalado, el rumor se perfecciona, y van directo al –me contaron que fulanos (El intendente) busca remplazante para echar a…
Todo esto hoy, asoma y florece en distintos lugares del conurbano, la gran batalla en la Provincia de Buenos Aires, empieza rondando la arena de los circuitos municipales.
Por lo tanto, es recomendable no dejar heridos sobre la ruta. Los resentidos, son trabajadores de la discordia que van sembrando dudas y chismoseando actividades de sus lugares de tareas con la dezlenable intención de dañar a cualquiera que este en su orbita.
Con esto, rescato la presencia de una compañera, amiga y funcionaria que siempre la peleo por que, no quiere que le haga nota. Me suele decir: “No quiero que me hagas nota, no quiero, sino, me expones para que los otros me peguen…” Debo reconocer La Doña, tiene razón.
Y un Presidente de nuestra historia solía decir a sus amigos, “… no exalten mis tarea, por que la chusma me pasará a degüello…”
Juanqui.
Email:viarrapida@gmail.com
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