En lo que va del año, ya cerraron 38 industrias frigoríficas, según indica un relevamiento del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Carne del Gran Buenos Aires y Zona Sur de la provincia de Buenos Aires (SicGBA). Amenazan con "paros" y "movilizaciones" si el Gobierno no les da una "respuesta favorable" al reclamo por la reapertura de las exportaciones de carne.
| 30/03/2010 | 16:00
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) La situación de la industria frigorífica sigue siendo muy crítica. En lo que va del año, ya son 38 las industrias que dejaron de operar, con un saldo de 2640 trabajadores que fueron despedidos o dejaron de cobrar su salario, según datos de un relevamiento realizado por el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Carne del Gran Buenos Aires y Zona Sur de la provincia de Buenos Aires (SicGBA).
Además, otras 97 plantas frigoríficas realizan jornadas reducidas con adelanto de vacaciones, garantías horarias y suspensiones, situación que afecta los ingresaron de alrededor de 13.000 trabajadores.
Y unas 30 empresas encargadas de servicios de desposte presentan también dificultades financieras y atrasos en los pagos al personal, suspensiones y garantías horarias (en esa situación habría otros 3800 trabajadores perjudicados).
"La actividad está totalmente colapsada y hay que encontrar algún camino que permita a los trabajadores recuperar sus fuentes laborales: son casi 20.000 puestos de trabajo los que están en riesgo", indicó a Infocampo Silvio Etchehún, titular de Sicgba.
"Al no haber exportaciones hemos perdido horas de trabajo: algunas plantas pueden absorber estas pérdidas, pero otras no", aseguró el dirigente gremial, quien adelantó que podrían tomar medidas de fuerza si durante esta semana no aparece un principio de solución al conflicto.
"En la medida en que no se arribe a un acuerdo y a un principio de solución, tenemos que avanzar en la posibilidad de una medida de fuerza, pero que esta vez abarque y agrupe a todos, no solo a trabajadores, sino también a productores, empresarios y dirigentes nacionales. Esta es una crisis profunda que de alguna u otra manera nos afecta a todos", aseveró Etchehún.
Las dificultades en el sector se agravaron en 2010 a partir de la escasa disponibilidad de hacienda y el posterior cierre de exportaciones aplicado sin previo aviso por el secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno el 13 de marzo pasado.
Etcheun amenazó hoy con "paros" y "movilizaciones" si el Gobierno no les da una "respuesta favorable" al reclamo por la reapertura de las exportaciones de carne.
Según el sindicalista, mientras se mantiene esta situación "hay unos 20.000 trabajadores afectados", y están "en riesgo los puestos de trabajo".
"De no recibir de parte del Gobierno una respuesta favorable a nuestros reclamos, tomaremos medidas, ya que los trabajadores de la carne estamos viviendo una profunda crisis", subrayó Etcheun en diálogo con Radio de la Ciudad.
En igual sentido, alertó que los trabajadores empezarán con "algún tipo de movilizaciones y paros y vamos a tratar de convencer a los productores para que acompañen" esas medidas.
El gremialista reclamó "la liberación de las exportaciones de carne" y "replantear algún tema de emergencia en función de recuperar el stock ganadero, y no seguir perdiendo horas de trabajo por la falta de incentivo a la producción".
Etcheun señaló que fue este el planteo que le hicieron a Moreno, en la víspera, quien se comprometió a interceder ante las empresas.
"Al no haber exportaciones hemos perdido horas de trabajo; hay plantas que pueden absorber estas pérdidas y hay plantas que no", detalló el dirigente gremial.
Y recordó que esta situación la vienen "denunciando en el último mes y especialmente en la última semana, con las plantas tomadas".
"De enero a hoy, más de 20 mil trabajadores hemos perdido 600 pesos de nuestros salarios, por la reducción de la faena como consecuencia del cierre de exportaciones a mercados como Chile, Argelia y Rusia", precisó Etcheun, y advirtió que "si esto sigue así estarán en riesgo los puestos de trabajo".
Para el sindicalista, la solución pasa "por adoptar ventajas impositivas para que la carne baje para el consumo interno y que los productores pongan también su granito de arena para bajar el precio de la hacienda al internacional, para que permita también tener un valor razonable".
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