21 de Marzo de 2010, Noticias Brown
Por Ramón Valdez
Estamos entrando en un juego altamente peligroso donde cada quien quiere anular al adversario y dejarlo tirando puñetazos en el aires en esta confrontación dialéctica que lejos de construir, nos hace retroceder en el ejercicio democrático.
La consiga parecería ser “todos contra todos”. La oposición arremete contra el gobierno, el gobierno no permite utilizar las herramientas legislativas mediante una triquiñuela reglamentaria y la justicia, a través sus fallos define lo que debería decidirse en sus órganos políticos por antonomasia.
Sectores de la oposición le responden “de igual a igual” a las tácticas elaboradas en el seno del Ejecutivo Nacional. Elisa Carrió hace el mismo papel de Néstor Kirchner, pero en sentido inverso. Si el gobierno endurece sus posiciones y redobla la apuesta, ella también lo hace. Cada declaración va levantando el tono de crispación que la ciudadanía rechaza de plano.
Estamos entrando en un juego altamente peligroso donde cada quien quiere anular al adversario y dejarlo tirando puñetazos en el aires en esta confrontación dialéctica que lejos de construir, nos hace retroceder en el ejercicio democrático.
El gobierno no esta acostumbrado a que le manejen la agenda ni los tiempos políticos, pero después del pasado 28 de junio la oposición se esta encargando de hacerle saber que ahora constituyen solo la primer minoría en el Congreso.
Evidentemente a los Kirtchner no le hace ninguna gracia que los Decretos de Necesidad de Urgencia (DNU) sean rechazados por las cámaras legislativas, pero se tendrán que adecuar a su nueva realidad política y dejar de apelar a la justicia lo que no pueden conseguir con sus números entre los representantes del pueblo.
Esta puja entre el gobierno y el conglomerado de la oposición deja perpleja a la ciudadanía que no tiene ningún interés en seguir observando este nuevo paso de comedia en lo empinado del poder.
El oficialismo intenta seguir demostrando poder y que lo maneja a gusto y placer. Ante este despliegue del gobierno se le antepone una reacción casi brusca y poco meditada de los sectores de la oposición.
Tanto gobierno como opositores parecen tener la mirada puesta en la próxima elección y no en construir para la futura generación. Este enfrentamiento paraliza el desarrollo del país y divorcia al pueblo de la casta política.
Como si esto fuera poco, algunos jueces creen que en vez de hacer cumplir las leyes tienen el mandato histórico de hacer nuevos códigos, y allí aparecen terciando en el enfrentamiento de políticos que desembozadamente se pelean como perros y gatos.
Todos los actores de la Republica deberían tomar conciencia que con este tipo de choque de poderes están sitiando al Estado. Y los afectados somos todos los argentinos y no una parcialidad partidaria.
Ramón Valdez es periodista que se ha desempeñado en diversos medios nacionales e internacionales. Desde joven adscribió al peronismo donde ocupo relevantes cargos partidarios
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