Tuesday, October 13, 2009

CECILIA EN ARDUO TRABAJO POR LA PAZ ENTRE HERMANOS ARGENTINOS





























Acto del 5 de octubre de 2009 en Plaza San Martín

Cecilia Pando para -viarrapida-
05 de Octubre - Día Nacional de Homenaje a las Víctimas del Terrorismo en Argentina

De acuerdo a lo previsto, la Asociación de Familiares y Amigos de las Víctimas del Terrorismo en Argentina, desarrolló el 5 de octubre a las 18:30 hs, un nuevo Acto en Plaza San Martín, en la fecha que conmemora el Día Nacional de Homenaje a las Víctimas del Terrorismo.

Ante una nutrida concurrencia, que al decir de fuentes policiales, rondaban las 5000 personas, el acto se desarrolló sin contratiempos. Se hicieron presentes delegaciones de Córdoba, Rosario, Santa Fe, Mendoza y hasta de la hermana República de Uruguay.

Bajo el lema “Basta de Odios, Construyamos el país de la Concordia”, se dio inicio al evento, con la lectura de las adhesiones y el canto del Himno Nacional Argentino.

También se invitó a la concurrencia a depositar efectos de bronce, tales como llaves u otros utensilios, con la finalidad de construir un busto para el Soldado Herminio Luna, quien muriera como un héroe defendiendo las instalaciones del Regimiento de Infantería de Monte 29 en Formosa, un 5 de octubre del año 1975.

Después de observar un video alusivo, hicieron uso de la palabra los hermanos Ana y Juan Manuel Lucioni, cuyo padre, joven oficial del Ejército Argentino, fuera vilmente asesinado en la década del 70 por un comando montonero, en momentos en que salía de su domicilio.

De inmediato, hizo uso de la palabra el Dr. Tomás Bosh, joven profesional que representó a la Sociedad Civil Abogados por la Justicia y la Concordia, entidad especialmente invitada a participar en el acto.

Después de una emotiva presentación, tomó la palabra quien se constituyó en la sorpresa de la velada: la señora Eva Daniela Donda, quien resulta ser hija de desaparecidos y hermana de la actual Diputada Nacional Victoria Donda.

Su llamado a trabajar por la Concordia y la Unión Nacional, dejó exultantes y esperanzados a todos los presentes. Con personas con esta actitud de vida, es posible construir un futuro venturoso para todos los argentinos.

Cerrando los discursos, hizo uso de la palabra la presidenta de la Asociación de Familiares y Amigos de las Víctimas del Terrorismo en Argentina, la señora Silvia Ibarzábal, hija del Teniente Coronel Ibarzábal, quien fuera secuestrado durante el ataque a la Guarnición Militar de Azul, y finalmente asesinado por el ERP, después de 10 meses de cautiverio.

Para finalizar el acto, se encendieron velas y se tocó un minuto de silencio en recuerdo de todas las víctimas que dejó en nuestra patria el intento de imponer por la violencia lo que por entonces llamaban la dictadura del proletariado.

El 05 de Octubre de 2009 la Plaza San Martín se vistió de fiesta para rendir un cálido homenaje a todas las víctimas del accionar terrorista. A todos los que hicieron posible ese día, nuestro agradecimiento. 05/10/09 - Discurso pronunciado por el Dr. Tomás Bosch (representante de la Asociación Civil Abogados por la Justicia y la Concordia)
El fin del derecho es establecer un orden justo. Podrá haber gobernantes, leyes, incluso tribunales, pero si el orden no es justo, no será orden. Será una parodia del orden, una representación, una mascarada. Tendrá la apariencia del orden, pero será puro desorden. Y su consecuencia trágica serán la crispación, el encono, el odio y, finalmente, la violencia.

En la Argentina hace años que se viene demoliendo a la justicia. Para hacer esto posible se hicieron combinar varias acciones ruines, tales como: - el fomento del odio y la discordia entre los argentinos por las más altas autoridades del gobierno;- la sanción de leyes que de tales sólo tienen el nombre, por su repugnante inmoralidad;- el dictado de fallos tan groseros como absurdos por la Corte Suprema y demás tribunales inferiores;- pero además el silencio hipócrita frente a tantas iniquidades de las clases dirigentes y de los restos que quedan de la sociedad civil.
Hace menos de un año, nosotros, los que hoy integramos la Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia, comenzamos a reemplazar la crítica individual y estéril por la decisión de hacerle frente a ese programa demoledor.
Somos hombres y mujeres para quienes el derecho no es una mera profesión, sino antes bien una vocación y un ideal, a los que queremos ser fieles.

Bien rápido comprendimos que el aniquilamiento de la justicia se debía a la voluntad de darle cauce a un sentimiento bárbaro y primitivo: la venganza. Porque su traducción inmediata ha sido el inicio de una persecución política movida por el odio, apañada por leyes esperpénticas, convalidada por jueces prevaricadores y tolerada por una dirigencia cómplice.
Así, aquellos años en que unas bandas armadas desataron la guerra revolucionaria en la Argentina, dejaron estos miles de víctimas que hoy honramos en esta Plaza y que para el gobierno y sus secuaces parece que nunca existieron. ¡¡Pero también han traído una nueva clase de víctimas, estos más de 600 hombres de las fuerzas armadas y de seguridad, confinados en prisiones abyectas y privados de todo derecho!!
En efecto, con estupor e indignación constatamos como la guerra civil que se abatió sobre la nación en los años ’70 y que parecía haber concluido entre los ’80 y los ’90 con las llamadas “leyes de punto final y obediencia debida” y los indultos, ha sido restablecida por motivos de mero oportunismo político y venganza, haciendo de los tribunales el nuevo campo de batalla y de las violaciones sistemáticas del derecho los nuevos medios de destrucción de vidas y bienes. Con auspicio oficial se ha forjado una visión asimétrica y unilateral del último medio siglo, en la que los agresores de la sociedad civil han quedado transformados en “jóvenes idealistas” injustamente perseguidos.
En los últimos cinco años se ha ido acentuando el hostigamiento contra militares y policías cuyo objetivo fue privarlos de su libertad a cualquier precio, anulando indultos que habían sido homologados por la Corte Suprema, anulando el Congreso las leyes que habían extinguido las acciones penales, reabriendo los procesos y vulnerando la garantía de la cosa juzgada, violando de modo manifiesto el principio de legalidad, aplicando retroactivamente normas penales, desnaturalizando la forma republicana de gobierno, desconociendo la presunción de inocencia que tienen todos los procesados y ejecutando un amplio abanico de medidas persecutorias que sólo sirven para profundizar la discordia y frustrar la necesaria unión nacional.

Esa persecución tuerta está presente también en la forma que se llevan los juicios: prisiones preventivas que se extienden a lo largo de muchos años, hasta convertirse en verdaderas condenas sin sentencia; negación de prisión domiciliaria a ancianos octogenarios; rechazo de testigos de la defensa y aceptación como prueba de cargo de dudosos testigos de la acusación; concesión del carácter de querellantes a organizaciones que se dicen defensoras de los derechos humanos que no son damnificadas; cercenamiento a los defensores del control de la producción de la prueba.

Así, como ha sido dicho, “asistimos a juicios públicos conducidos por jueces prevaricadores, que convierten sus juzgados en remedos de tribunales revolucionarios, donde una plebe debidamente organizada grita sus consignas ideológicas e insulta y amenaza a acusados y testigos de la defensa”.
A todo lo cual se agrega un hecho que solivianta el ánimo: más de 50 hombres han muerto ya en las mazmorras del régimen. Los jueces sin cuya complicidad esta situación no hubiera sido posible, han desconocido el precepto bíblico: “(los jueces) juzgarán al pueblo con juicios justos. No torcerás el derecho, no harás acepción de personas, no aceptarás sobornos... Justicia, sólo justicia has de buscar”.

Por eso nosotros, los abogados de la Asociación por la Justicia y la Concordia, decimos también con la Biblia a estos jueces indignos: “¡Ay de los que cambian en ajenjo el juicio y tiran por tierra la justicia!”.
La Argentina, pues, como hemos empezado a denunciarlo en todo el mundo, tiene más de 600 presos políticos. ¿Qué otra cosa son si no esos hombres privados de todos los derechos? ¿Acaso no lo serán por estar hipócritamente sometidos a unas parodias de juicios, en los que se saben condenados de antemano...?

Muchos de los que integramos la Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia no vivimos aquella guerra de los años ’60 y ’70. Ni siquiera habíamos nacido. Tal vez por eso, alguno querrá decir que no tenemos derecho a hablar de este modo. Pero no es así, al menos por dos grandes razones.

La primera, porque si no se le pone un final a esta situación, con estos horrores jurídicos, con esta jurisprudencia perversa, la persecución puede extenderse de aquí en más a cualquier argentino, que podrá ver su honra, su libertad y sus bienes a merced de la agresión del tirano de turno y sin poder acudir al amparo de jueces que, salvo honrosas excepciones, han preferido aliarse con la ideología de los que ejercen el poder y allanarse a las presiones del Consejo de la Magistratura, sustituyendo la justicia por la venganza.
Y la segunda razón es, si se quiere, todavía peor. Porque mientras toda la justicia federal aparece dedicada a perseguir hombres maduros o ancianos, por hechos ocurridos hace ya cuarenta años:- las fronteras están desprotegidas por falta de radares,- flotas extranjeras depredan nuestros recursos marítimos,- los delincuentes nos matan en nuestras calles o en nuestras mismas casas,- bandas amenazantes nos impiden circular por caminos o rutas, y- la Corte Suprema bendice el consumo de drogas.
En tres palabras, la Argentina está indefensa. Esto se debe terminar. Se debe terminar no sólo por el bien de los presos políticos, sino por el bien de la Patria, que está amenazada tal vez como nunca se ha visto. La justicia debe ser restablecida y la concordia recuperada. Basta de odios, basta de mentiras, basta de hipocresía, basta de fomentar la guerra entre hermanos para beneficio de unos tiranuelos malvados.
De cara entonces a los 200 años de nuestro movimiento de independencia nacional,¡Urgimos! ¡Exigimos! ¡Demandamos! que se adopten los medios necesarios previstos por las leyes para recuperar la concordia y conquistar la paz interior.

Que Nuestra Señora de Luján, Patrona de nuestra Patria, interceda ante Dios, fuente de toda razón y justicia, para que nos ilumine a todos y nos ayude a emprender, de una vez, este camino. Discurso pronunciado en el Acto por las Víctimas del Terrorismo por la Sra Eva Daniela Donda Para ver el video de las palabras pronunciadas, hacer clik en la siguiente dirección:
http://www.youtube.com/watch?v=JYz8EtJn52Q&feature=player_embedded
Soy Eva Daniela Donda.... y soy víctima de la dictadura, víctima del odio de los hombres, víctima de una guerra. Perdí a Mis padres y mi hermana en 1977...mis padres son desaparecidos y viví 32 años sin mi hermana...
Pero también me crié en una familia que me dio amor y contención y ahora me encuentro en el doloroso momento de enfrentar un juicio contra quien me crió como un padre, y quien es un abuelo con mis hijos. Hace 7 años que mi tío, esta preso. También soy víctima de esta situación.

Se que cada día que estuve separada de mi hermana es irrecuperable..., cada día que viví sin mis papas es irrecuperable... Cada ser querido que unos u otros perdieron es irrecuperable...son dolores terribles, heridas abiertas, son pérdidas... Hoy estoy cansada de ser una víctima....... creo que llego el momento de dejar de lado rencores, odios e intereses..... y ponernos a trabajar todos juntos por este país.. los de derecha ..con los de izquierda..., los del norte, con los del sur y los del oeste...
De acá en mas… está en nosotros dejar de ser víctimas y unirnos… dejar de lado Rencores y Odios... pero sin Olvidar… no nos olvidemos de nada ya que saber bien lo que paso nos va a servir para aprender… para levantarnos mas fuertes, mas unidos… Y la solución está en las palabras consenso, solidaridad y verdad, por sobre todas las cosas... Esa (para mi) es la única forma de llegar a la concordia.
Vine hoy a pedir por concordia ¡a decir basta!! a extender mi mano a los que piensen diferente, y dejarla extendida hasta que alguien la tome… y así, de apoco, paso a paso, podamos formar algo diferente, si es necesario que yo de el primer paso lo doy con gusto.... en algún lado habrá alguien de acuerdo para caminar juntos.
Seguramente muchos no lo vean, tal vez yo tampoco lo llegue a ver. Pero si lo hacemos, si todos los argentinos nos unimos en mirar para adelante tal vez nuestros hijos sí lo puedan ver... Un país unido, responsable, solidario...Una marcha como esta, (algún día)... pero con todos, todos y cada uno de los que perdimos un ser querido… y que compartiendo el dolor de la pérdida, nos ponemos en el lugar del otro y así creceremos, juntos todos los argentinos. Gracias a todos.
Palabras Pronunciadas por Silvia Ibarzabal (Presidente de AFAVITA) en Acto Homenaje a las Víctimas del Terrorismo 5 de octubre de 1.975. Ésta fecha… nos reinstala en una época de nuestra historia, es decir: efectuamos un ejercicio de MEMORIA.
Qué recordamos de esa fecha?... ése día fue atacado el Regimiento de Monte 29 en Formosa.
En ése acto, un grupo rebelde secuestra un avión de línea que se dirige a dicha provincia y desde allí se concreta el intento de copamiento de la Unidad.

El 5 de octubre de 1.975, un grupo de “asaltantes terroristas”, realiza un golpe de mano “asesinando a oficiales, suboficiales, policías y 10 soldados que cumplían con el servicio militar obligatorio.
Cinco de ellos dormían… sin imaginar que nunca iban a despertar… y cinco, se estaban duchando…sin imaginar que nunca iban a llegar a vestirse, que iban a morir con la misma vestimenta que nacieron…
HOY, 5 de octubre de 2009, nos reunimos nuevamente en ésta, “nuestra Plaza”, para recordar ése hecho y también, recordar que éstos grupos armados fueron los mismos grupos que atacaron el Regimiento de Azul, donde fuera secuestrado y luego asesinado mi padre…
“Grupos de mercenarios y psicópatas”, como fueran definidos por el entonces Presidente Constitucional Tte. Grl. Juan Domingo Perón.
Esos grupos terroristas conocidos como MONTONEROS Y ERP, nacidos en circunstancias históricas con oscuros designios e intereses, llevaron al país a una guerra civil embozada, cuyas víctimas, sólo fuimos los argentinos.
En ésta triste época que vivimos, nos conducen seres minúsculos … esos mismos mercenarios que generaron el ataque a la Nación. Seres incapaces de grandeza.
Hoy vivimos una cruel realidad: “estamos huérfanos de grandeza”… La necesitamos para entender TODO el pasado.
Grandeza para transitar el odio y el resentimiento sin caer en ellos…
No nos interpreten mal!,.. NO VENIMOS A PEDIR COMPASIÓN NI A OCULTAR NUESTRAS BANDERAS…
Venimos a pedir una mirada superadora, que nos muestre a todos un lugar para construir el futuro.
Hemos reclamado Justicia para nuestros seres queridos…
Hemos reclamado el derecho a conocer la verdad…
Hemos exigido el estricto cumplimiento de las Leyes y la Constitución…
Ninguno de estos reclamos ha recibido respuesta…
Por eso, en nombre de nuestra causa decimos:
BASTA A LA GUERRA, BASTA AL CONFLICTO, BASTA AL ODIO, BASTA A LA REVANCHA, BASTA A LA VENGANZA!.
BASTA A LOS DESIGNIOS POLÍTICOS DE CONFLICTO, REVANCHA Y VENGANZA.
BASTA A LOS DESIGNIOS POLÍTICOS CONTRARIOS A LA CONSTITUCION Y LAS LEYES DE LA REPUBLICA!
No queremos renunciar a nuestro dolor, ni fingir que no hemos sido heridos…Queremos autoridades que tengan la grandeza de CONDUCIRNOS, sin pretender esa renuncia y esa ficción, mostrándonos con el ejemplo que, por sobre nuestro espacio, hay un espacio más grande que nos alberga a todos y que nos convoca a una empresa más alta y TRASCENDENTE.
Lo que proponemos es que: “PRIMERO ESTÁ LA PATRIA”.
Queremos la PAZ, que ciertamente no se logra con las actuales actitudes facciosas y falsedades sin igual.
Si dirigimos ahora nuestra mirada hacia lo futuro, la PAZ INTERNA de cada pueblo se presenta como el primero y más urgente problema.
Miremos alrededor, observemos a nuestros jóvenes, ¿cuál será su herencia? ¿Ésta realidad?
Trabajemos para su futuro, su esperanza…
Debemos transitar por el camino de “la responsabilidad y el respeto”...
Concordia: es la base del progreso de las grandes Naciones…
Convoquémosla ya! para que no seamos cada día más los argentinos cuyas esperanzas sean tenues… y su futuro incierto…
Ésa, es nuestra responsabilidad como ciudadanos, como padres y como argentinos.
Papá, yo sé que vos hubieras querido lo mismo:
Que cesen los odios.
Que construyamos la Argentina grande por la que vos diste tu vida. Tus hijos y tu mujer te honramos.
Compatriotas: CONVOQUEMOS A LA CONCORDIA Gracias a todos.
Las hermanas Donda
Por Mariano Grondona Especial para lanacion.com
Aún palpitan testimonios desgarradores de los años setenta.
Tal es el caso de las hermanas Victoria y Eva Donda, cuyos padres fueron arrastrados a la ESMA en 1977 y aún figuran en la negra lista de los desaparecidos.
Aparte de ejemplificar como tantos otros la impar tragedia de nuestra guerra interior, el caso Donda testimonia que los años setenta afectaron no sólo a la sociedad en general sino también a familias enteras cuyos miembros quedaron de uno o de otro lado de la frontera del odio que las desgarró. Los Donda tienen militares de carrera entre sus miembros.
Uno de ellos, acusado por los crímenes de la ESMA, sobrevive en medio de una larga prisión.
También siguen presos otros acusados de haber acogido a hijos de desaparecidos como si fueran sus padres adoptivos. Desde una mirada, que aún prevalece, han sido cómplices de los excesos represivos. Desde otra mirada, están siendo reprimidos por haber emitido un signo de humanidad en favor de huérfanos desprotegidos. Huérfanos de unos e hijos adoptivos de otros, los sobrevivientes de esta tragedia se han dividido entre los que salieron en busca de sus verdaderos padres y acusaron a quienes los habían acogido y los que se negaron a hacerlo por gratitud hacia sus ocasionales protectores.
La denuncia contra estos supuestos protectores fue encarnada por Victoria Donda, hoy diputada nacional por el Frente para la Victoria. Pero la oradora principal en el acto por las víctimas del terrorismo que se celebró anteayer en la Plaza San Martín fue Eva Donda quien, en las antípodas de su hermana, alzó su voz para pedir que, sobre la larga sombra de los años setenta, termine por brillar la luz de la concordia.
Este pronunciamiento en favor del perdón recíproco no es tan aislado como podría suponerse. Luis Labraña, un montonero de los años setenta que sufrió un largo exilio en Holanda, fue invitado hace poco a un asado por los militares detenidos en Campo de Mayo, muchos de los cuales son considerados por el propio Labraña como "presos políticos" porque ninguna condena judicial respalda su encarcelamiento. Labraña aceptó. Entre los comensales se encendió entonces la chispa de la reconciliación.
Este episodio, ¿es sólo un caso aislado o anuncia el inicio de un proceso destinado a crecer de ahora en adelante en busca de otros antecedentes de concordia similares como el de Sudáfrica, el de España e inclusive el de Perón y Balbín?
Cuando se asienta el polvo y la sangre de las batallas, los que fueron auténticos combatientes desde una trinchera y desde la contraria empiezan a respetarse retrospectivamente porque reconocen que el otro, el enemigo, también albergaba ideales.

Esta iluminación recíproca no alcanza por cierto a aquellos que, no habiendo peleado cuando pudieron hacerlo, ahora fingen que lo hicieron pero ya no llevados por el loco ardor del coraje sino por la fría hipocresía del oportunismo. "Basta de Odios" por Silvia Ibarzabal para el Diario Perfil Publicado en Perfil del día 10/10/2009. Para entrar a la nota y hacer comentarios a la misma ingresar a: http://www.perfil.com/contenidos/2009/10/09/noticia_0049.html#comentarios
El 28 de junio la mayoría del pueblo argentino, con su voto, le dijo basta a un proyecto político que ha llevado a nuestra Nación a una situación de crisis tal que hace necesario avanzar con urgencia en pos de la concordia nacional.
Los cultores del odio como herramienta política han sido derrotados por decisión del pueblo.
Las víctimas del terrorismo no les hablamos a ellos: no saben escuchar. Es necesario que la clase dirigente que los suceda tome nota de que buena parte del hartazgo de la sociedad hacia los Kirchner se funda en su exaltación constante de la confrontación. Para contrarrestar tanta división incitada y para que volvamos a tener una esperanza de paz y trabajo, es necesario llamar desde hoy a la concordia entre los argentinos.
La historia debe ocupar el lugar que hoy le han dado a la “memoria”. En la Argentina de los 70, enfervorizados por el avance del marxismo a nivel mundial, y antes del desplome de los “socialismos reales”, varias organizaciones “político-militares”, integradas por argentinos y con el manifiesto apoyo y financiamiento de la Cuba de Fidel Castro, pretendieron llevarnos a sangre y fuego, y terror, hacia la “dictadura del proletariado”.
No fuimos la excepción en el continente, ni aun en el mundo. A ellos nada les importó que los gobiernos que enfrentaban fueran constitucionales o de facto. Eran gobiernos “burgueses” a reemplazar por las elites “esclarecidas” que ellos decían ser.
El único argentino que fue electo tres veces presidente de la Nación y el único que obtuvo, en la última de esas elecciones que ganó, un porcentaje abrumador de votos (el 62% de los sufragios) fue el general Juan Perón, fundador del movimiento al que los Kirchner dicen pertenecer. Creemos necesario que los argentinos jóvenes conozcan (y los de mayor edad recuerden) cuál era el pensamiento de Perón sobre las dos más significativas de estas organizaciones que lo desafiaron, y junto a él al pueblo, con las armas: el Ejército Revolucionario del Pueblo y Montoneros.
Respecto de los primeros, en enero de 1974, en oportunidad del intento de copamiento de la guarnición militar de Azul, en donde entre otros crímenes secuestraron a mi padre, el teniente coronel Jorge Ibarzábal (quien permanecería secuestrado durante 300 días y finalmente sería asesinado), Perón afirmó: “Teniendo en nuestras manos las grandes banderas o causas que hasta el 25 de mayo de 1973 pudieron esgrimir, la decisión soberana de las grandes mayorías nacionales de protagonizar una revolución en paz y el repudio unánime de la ciudadanía hará que el reducido número de psicópatas que van quedando sean exterminados, uno a uno, para el bien de la República” (carta a los integrantes de la guarnición militar Azul, enero de 1974).
A los montoneros, que se decían y se dicen peronistas, cuando los echó de la Plaza de Mayo y del movimiento que lideraba, el 1° de mayo del mismo año, los calificó para siempre como “infiltrados, traidores y mercenarios”, al anunciar desde el balcón de la Casa Rosada que “vendrán para el pueblo argentino días de liberación… no solamente del colonialismo que viene azotando a la República hace tantos años, sino también de estos infiltrados que trabajan adentro, y que traidoramente son más peligrosos que los que trabajan desde afuera, sin contar que la mayoría de ellos son mercenarios al servicio del dinero extranjero”.
Las víctimas de los “psicópatas” y de los “mercenarios” no estamos alimentados por el odio. Creemos que la violencia política de los 70 es un hecho trágico del pasado que no debe seguir deteniendo el presente y el futuro de los argentinos. Hacemos un llamado a pensar un futuro que no repita los enfrentamientos entre compatriotas.

Llamamos a los dirigentes del post kirchnerismo a terminar con los odios y a construir la concordia desde hoy.
Pero si ello no se concreta, seremos los primeros, con la fuerza de nuestro dolor, en reclamar que la verdad completa conduzca a la justicia para todos.
Presidenta
Asociación de Familiares y Amigos de las Víctimas del Terrorismo en Argentina
(Afavita).
Direcciones de Internet donde bajar Imágenes del Acto

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