En una mañana fría, salí de Adrogué dispuesto a transitar el día bien abrigado y regresé, con todos los bártulos en la mano, traspirando. Claro, después de haberme dado un chapuzón en la gran pileta de la fábrica de pobres que, trabajaba con todas sus chimeneas ennegreciendo el horizonte.
Ya en el tren, los –compañeros piquetero-, se apretujaban, gesticulando y gritando, para acomodar sus cuerpos y sus mochilas, carritos de bebes y otros elementos, como pasacalles o banderas que envolvía a largos palos o cañas, para levantarlo en la manifestación.
En el Subte, en la terminal de Constitución, una enorme columna entorpecía el paso de entrada y salida, sin pretenderlo, nada más que eran muchos los que querían ingresar y otro tanto, los que llegaban a constitución. Los altavoces solicitaban desesperadamente la presencia de policías que, se habían extraviado entre los pasillos.
Nuevamente viajamos boca a boca, trasmitiéndonos el aliento, intercambiando virus y olores. Y de tan apretados, ni una protestita. Nadie dice nada, solo se empuja para entrar o para salir.
Tenía mi primera cita en la Manzana de la Luces, allí funciona una especie de cuartel general, un despacho que contiene a los estrategas de los chicos que tienen tomado El Nacional Buenos Aires, el tradicional y prestigioso colegio, de cuya aulas salieron importantes hombres que nos representaron y, una especie de coordinadores de conflictos.
No estaban solamente alumnos, sino, padres, gremialistas, universitarios y posiblemente, -espías de varios lugares- periodistas y otros funcionarios o semi funcionarios.
Allí, no pude –juntarme- con mi fuente, ya que estaba encargado de –la comida y otros elementos- Y, escuchaba a los que hacían la apoyatura revolucionaria, “…hay que terminar con las multinacionales –clarín, terrabussi- Los chicos, pobrecitos, tienen que limpiar. Barren y hasta limpian los baños, los chicos de la facu ya cortaron tales y tales calles” y pude observar una serie de mapas que indicaban los lugares donde estarían y están los grupos de –ayudantes logísticos de cortes-.
Luego de charlar con uno y otro, la preocupación era que “…hay que levantar mañana a mas tardar, sino el viaje a Bariloche lo perdemos- y los otros tienen viaje a…, y sin no lo hacemos, perdemos la guita…”
La gran preocupación después de 7 días de toma del Colegio Nacional.
La “Educación”, o la instrucción no importan. No está en los planes de lucha.
Luego me dí una vuelta por el Colegio, los chicos no podían atender por que –estaban durmiendo- por lo tanto, levanté campamento y fui a donde “Trabajaba un grupo de –docentes- del colegio y, allí, la rueda de mate con biscochito con grasa, tapaba la capacidad de gestión.
Me llevaron a dar una vuelta por la Panamericana, a la fábrica en conflicto. La gente en los alrededores en campamento continuo, y, en reuniones –secretas con los universitarios que, acompañarían la lucha, cortando la ruta mañana (HOY) y, gran preparativo por que, era necesario la sorpresa. No tuvimos el privilegio de –entrar- los amigos y colegas que nos conocían hicieron las gestiones para que…No ingresemos al círculo.
Regresamos –al centro- y dimos una mirada por los distintos lugares donde estaban los piqueteros cerrando las calles. Las causas eran múltiples y estaban desde estudiantes secundarios, universitarios, jubilados, trabajadores, desocupados, militantes de y de…
No se ve un objetivo claro. No se observa ni se escucha un mando unificado, todos desconfían de todos y, los grupos responden a –causas distintas- pero que se solidarizan con los chicos del Nacional Buenos Aires y los de Terrabussi.
No creo que haya una conciencia de lucha. Creo, que existe un contagio de funcionalidad para hacerse de beneficios inmediato. Encuadramiento gremial, restitución de trabajadores, impedir que se aplique castigo por desobediencia a los estudiantes, por salarios caídos, por aumento de los mismos.
Por lo menos en –la tropa- que acompañan los actos, no se ve un argumento válido. Quizá en los dirigentes que llevan a estos grupos haya un común denominador, que tampoco sería ideológico, más bien, de posicionamientos políticos de los “ultra izquierdistas” dicen los conocidos y, el objetivo, -pegarle al gobierno.
No obstante, lo que rescato es el crecimiento de la pobreza integral que queda plasmada en la instrucción que reciben nuestros niños, nuestros hijos en el llano social.
Mientras estos chicos (Colegio Nacional) que no aceptan la disciplina de las autoridades, que desconocen las normas, sin importar en lo mínimo la educación, ni a ellos ni a sus padres. (Un colegio, según la tradición, de elite-) que es solventado por El Estado-.
En esta situación, pondríamos en primer plano a los educadores gremialistas, a los políticos, que no se han preocupado por una política que contenga la erradicación de la pobreza. Es decir que la fábrica de pobres integrales, funciona a las maravillas.
Los niños, sufren las consecuencias, y mañana, serán los conductores sociales, los administradores sociales, dentro de sus conocimientos impondrán las normas y leyes que regirán a los que seguirán sumando al medio.
En las escuelas de la provincia de Buenos Aires, Entre Ríos, Chacos y otros lugares, los alumnos no concurren a las aulas por paros gremiales, jornadas docentes, jornadas de capacitación docente, por falta por licencia de los docentes, por enfermedad de los docentes, por paro de auxiliares, por desinfección y, por lo que se inventa a diario. Siempre refiriéndome a La Escuela Pública.
En contraposición, La privada, tiene una capacidad de intrusión - educación de más de un 60 por ciento en materias vitales, como ser matemáticas, ciencias sociales, lengua entre otras, que superan el conocimiento de los chicos de la escuela pública.
Mientras tantos, Los niños de la pobreza, candorosamente, disfrutan de su inocencia, mientras muchos acompañan a sus padres en las marchas que deben realizar como servicio a los que les proveen de las ayudas alimentarias o de otras franquicias que les permite vivir, subsistir.
Ayer, en esta zona del conurbano, no había clases en muchos lugares por jornada docente. Mientras, auxiliares y otros que ocupan cargos varios, reunidos en multisectorial asamblea que, la mayoría…no sabía para que había ido.
De regreso, ya en el tren nuevamente, pregunté a algunos integrantes de las huestes piqueteros: -¡Que paso que se vinieron antes?-
“…y fuimos pa´ que nos vea (Un fulano) por que sino, no nos paga…”
Juanqui.
Ya en el tren, los –compañeros piquetero-, se apretujaban, gesticulando y gritando, para acomodar sus cuerpos y sus mochilas, carritos de bebes y otros elementos, como pasacalles o banderas que envolvía a largos palos o cañas, para levantarlo en la manifestación.
En el Subte, en la terminal de Constitución, una enorme columna entorpecía el paso de entrada y salida, sin pretenderlo, nada más que eran muchos los que querían ingresar y otro tanto, los que llegaban a constitución. Los altavoces solicitaban desesperadamente la presencia de policías que, se habían extraviado entre los pasillos.
Nuevamente viajamos boca a boca, trasmitiéndonos el aliento, intercambiando virus y olores. Y de tan apretados, ni una protestita. Nadie dice nada, solo se empuja para entrar o para salir.
Tenía mi primera cita en la Manzana de la Luces, allí funciona una especie de cuartel general, un despacho que contiene a los estrategas de los chicos que tienen tomado El Nacional Buenos Aires, el tradicional y prestigioso colegio, de cuya aulas salieron importantes hombres que nos representaron y, una especie de coordinadores de conflictos.
No estaban solamente alumnos, sino, padres, gremialistas, universitarios y posiblemente, -espías de varios lugares- periodistas y otros funcionarios o semi funcionarios.
Allí, no pude –juntarme- con mi fuente, ya que estaba encargado de –la comida y otros elementos- Y, escuchaba a los que hacían la apoyatura revolucionaria, “…hay que terminar con las multinacionales –clarín, terrabussi- Los chicos, pobrecitos, tienen que limpiar. Barren y hasta limpian los baños, los chicos de la facu ya cortaron tales y tales calles” y pude observar una serie de mapas que indicaban los lugares donde estarían y están los grupos de –ayudantes logísticos de cortes-.
Luego de charlar con uno y otro, la preocupación era que “…hay que levantar mañana a mas tardar, sino el viaje a Bariloche lo perdemos- y los otros tienen viaje a…, y sin no lo hacemos, perdemos la guita…”
La gran preocupación después de 7 días de toma del Colegio Nacional.
La “Educación”, o la instrucción no importan. No está en los planes de lucha.
Luego me dí una vuelta por el Colegio, los chicos no podían atender por que –estaban durmiendo- por lo tanto, levanté campamento y fui a donde “Trabajaba un grupo de –docentes- del colegio y, allí, la rueda de mate con biscochito con grasa, tapaba la capacidad de gestión.
Me llevaron a dar una vuelta por la Panamericana, a la fábrica en conflicto. La gente en los alrededores en campamento continuo, y, en reuniones –secretas con los universitarios que, acompañarían la lucha, cortando la ruta mañana (HOY) y, gran preparativo por que, era necesario la sorpresa. No tuvimos el privilegio de –entrar- los amigos y colegas que nos conocían hicieron las gestiones para que…No ingresemos al círculo.
Regresamos –al centro- y dimos una mirada por los distintos lugares donde estaban los piqueteros cerrando las calles. Las causas eran múltiples y estaban desde estudiantes secundarios, universitarios, jubilados, trabajadores, desocupados, militantes de y de…
No se ve un objetivo claro. No se observa ni se escucha un mando unificado, todos desconfían de todos y, los grupos responden a –causas distintas- pero que se solidarizan con los chicos del Nacional Buenos Aires y los de Terrabussi.
No creo que haya una conciencia de lucha. Creo, que existe un contagio de funcionalidad para hacerse de beneficios inmediato. Encuadramiento gremial, restitución de trabajadores, impedir que se aplique castigo por desobediencia a los estudiantes, por salarios caídos, por aumento de los mismos.
Por lo menos en –la tropa- que acompañan los actos, no se ve un argumento válido. Quizá en los dirigentes que llevan a estos grupos haya un común denominador, que tampoco sería ideológico, más bien, de posicionamientos políticos de los “ultra izquierdistas” dicen los conocidos y, el objetivo, -pegarle al gobierno.
No obstante, lo que rescato es el crecimiento de la pobreza integral que queda plasmada en la instrucción que reciben nuestros niños, nuestros hijos en el llano social.
Mientras estos chicos (Colegio Nacional) que no aceptan la disciplina de las autoridades, que desconocen las normas, sin importar en lo mínimo la educación, ni a ellos ni a sus padres. (Un colegio, según la tradición, de elite-) que es solventado por El Estado-.
En esta situación, pondríamos en primer plano a los educadores gremialistas, a los políticos, que no se han preocupado por una política que contenga la erradicación de la pobreza. Es decir que la fábrica de pobres integrales, funciona a las maravillas.
Los niños, sufren las consecuencias, y mañana, serán los conductores sociales, los administradores sociales, dentro de sus conocimientos impondrán las normas y leyes que regirán a los que seguirán sumando al medio.
En las escuelas de la provincia de Buenos Aires, Entre Ríos, Chacos y otros lugares, los alumnos no concurren a las aulas por paros gremiales, jornadas docentes, jornadas de capacitación docente, por falta por licencia de los docentes, por enfermedad de los docentes, por paro de auxiliares, por desinfección y, por lo que se inventa a diario. Siempre refiriéndome a La Escuela Pública.
En contraposición, La privada, tiene una capacidad de intrusión - educación de más de un 60 por ciento en materias vitales, como ser matemáticas, ciencias sociales, lengua entre otras, que superan el conocimiento de los chicos de la escuela pública.
Mientras tantos, Los niños de la pobreza, candorosamente, disfrutan de su inocencia, mientras muchos acompañan a sus padres en las marchas que deben realizar como servicio a los que les proveen de las ayudas alimentarias o de otras franquicias que les permite vivir, subsistir.
Ayer, en esta zona del conurbano, no había clases en muchos lugares por jornada docente. Mientras, auxiliares y otros que ocupan cargos varios, reunidos en multisectorial asamblea que, la mayoría…no sabía para que había ido.
De regreso, ya en el tren nuevamente, pregunté a algunos integrantes de las huestes piqueteros: -¡Que paso que se vinieron antes?-
“…y fuimos pa´ que nos vea (Un fulano) por que sino, no nos paga…”
Juanqui.
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