Monday, March 08, 2010

EL PRESIDENTE MUJICA NO JURA, PROMETE FIDELIDAD A LA CONSTITUCIÓN Por Andrés Irazoqui- Uruguay.

POR PRIMERA VEZ EL PRESIDENTE NO JURA, SINO QUE “PROMETE FIDELIDAD A LA CONSTITUCIÓN”. Por Andrés Irazoqui - Reinaldo Tenkin, de Andrés Irazoqui

POR PRIMERA VEZ EL PRESIDENTE NO JURA, SINO QUE “PROMETE FIDELIDAD A LA CONSTITUCIÓN”. Por Andrés Irazoqui - Reinaldo Tenkin
URUGUAY, PAÍS LAICO.
POR PRIMERA VEZ EL PRESIDENTE NO JURA, SINO QUE “PROMETE FIDELIDAD A LA CONSTITUCIÓN”.

El 1º de marzo de 2010, al asumir la presidencia José Mujica, se dio un hecho histórico en la vida constitucional del Uruguay. Por primera vez un presidente de este país laico, no presta juramento al asumir, sino que promete fidelidad a la constitución. El cambio en el reglamento constitucional se introduce en la anterior legislatura por el ex presidente y senador Julio María Sanguinetti, dado que a su entender el juramento tiene connotaciones religiosas que no condicen con un país laico.

Un 1º de marzo de 1911 Uruguay da un gran paso en lo que sería la transformación a un Estado Laico; el Poder Legislativo es partícipe de un trascendental hecho político: José Batlle y Ordóñez asumía su segunda magistratura y debía prestar juramento. Efectuó el trámite formal expresando: "Yo, José Batlle y Ordóñez, juro por Dios y estos Santos Evangelios, que desempeñaré debidamente el cargo de Presidente que se me confía; que protegeré la Religión del Estado, conservaré la integridad e independencia de la República, observaré y haré observar fielmente la Constitución". Hizo una pausa, para continuar con inquebrantable voz:"Permitidme que, llenado el requisito constitucional, para mí sin valor, a que acabo de dar cumplimiento, exprese en otra forma el compromiso solemne que contraigo en este instante. Juro por mi honor de hombre y de ciudadano que la justicia, el progreso y el bien de la República, realizados dentro de un estricto cumplimiento de la ley, inspirarán mi más grande y perenne anhelo de gobernante".
Esto era tan sólo un vaticinio de las reformas que impulsaría el líder estadista del Partido Colorado; más adelante vendría la reforma de 1917 en la cual queda definitivamente separada la Iglesia Católica del Estado Oriental. Uruguay se transformaba en un país laico, se eliminarían crucifijos en hospitales y escuelas. Esto llevó a profundas críticas de las autoridades eclesiásticas de la época, quienes tenían gran influencia. Estaban perdiendo un poder que habían mantenido durante mucho tiempo ligados al Estado. El principio de laicidad se llevó a la práctica en diferentes ramas, una de ellas fueron los feriados: “Semana Santa” quedó como “Semana de Turismo”; el “Día de Reyes” pasó a ser “Día de los niños” y “Navidad” a “Día de las familias”.
“La separación de la Iglesia y el Estado queda consagrada en la Constitución de l917, o 18 o 19, según los autores. Las dos presidencias de José Batlle y Ordóñez son anteriores a esta reforma constitucional; con lo cual Batlle marca su visión adelantándose al mandato constitucional. Es un gran tema la laicidad, y Batlle fue sin dudas el impulsor de las grandes reformas del Uruguay que lo pusieron entre los países más adelantados del mundo en esta materia; quedando marcado claramente con los mencionados hechos”, manifestaba el ex Ministro de Defensa Yamandú Fau consultado por REVISTA DEMOCRACIA.

Etimológicamente laico deriva del griego ‘’laós’’ que significa “del pueblo” y de ‘’ikos’’ sufijo que denota la pertenencia a un grupo. En la antigua Grecia la expresión laico se utilizaba en referencia a la población común que se diferenciaba como grupo de la clase gobernante
Recién hacia la edad media, los laicos en el sentido de ‘’fiel no consagrado al ministerio cristiano‘’ dejan de ser una categoría sociológica para pasar a ser categoría religiosa.
El famoso decreto del monje y teólogo Graciano en el año 1140 lo expresa claramente: ‘’ Hay dos clases de cristianos, los destinados al servicio divino, dedicados a la contemplación y a la oración que se apartan del estruendo de las cosas temporales .Son los clérigos y consagrados a Dios (...) hay otra clase de cristianos que son los laicos pues laós significa del pueblo. A estos se les permite tener bienes temporales, pero sólo para su uso. Se les concede casarse, cultivar la tierra, actuar como jueces, pleitear, llevar ofrendas al altar, pagar los diezmos... y de este modo se pueden salvar siempre que haciendo el bien eviten los vicios”.
Volviendo al termino laicidad, podemos hablar de un marco de relación en el que los ciudadanos tenemos la capacidad de entendernos desde la diversidad pero en igualdad. La laicidad es garantía de respeto al semejante. Si la democracia es entre otras cosas dignidad humana, autonomía y capacidad de decisión, la laicidad es generar las condiciones para que la gente decida por si misma en un marco de dignidad. La laicidad no inhibe el factor religioso, un derecho consagrado en tantas declaraciones universales y en tantos textos constitucionales; no es incompatible con la religión, simplemente no confunde lo secular y lo religioso; no es empujar por un solo camino y esconder otros, es mostrar todos los caminos y poner a disposición del individuo los elementos para que éste opte libremente por lo que prefiera; no es la indiferencia de no tomar partido sino de hacerlo en igualdad de derechos.
La obra de Gotthold Eprahim Lessing, escrita en 1778 ‘’Natan el sabio’’ tiene como escenario la ciudad de Jerusalén en tiempos de las cruzadas y sus protagonistas son: Saladino, el Sultán Musulmán; Natan, un sabio judío y El Templario, un guerrero cristiano. La fe de los tres está enfrentada y como cada una de ellas pretende ser la dueña de la verdad, la guerra continúa entre musulmanes y cristianos.
Saladino, que deseaba la paz, convoca a Natan y le consulta a lo cual éste le responde con una parábola: un hombre rico poseía un anillo que tenia la particularidad hacer a su portador querido por Dios y por los hombres. Durante años el anillo pasó en herencia al hijo predilecto del padre. Hasta que un padre se encontró con la difícil situación de elegir entre sus tres hijos igualmente queridos, decidió entonces hacer dos replicas del anillo original y dio un anillo a cada hijo.
Próximo a su muerte cada hijo recibió un anillo pensando que tenían el único y verdadero. Cuando se vieron los tres de frente, portando cada uno su anillo, comenzó la guerra por el reconocimiento del anillo verdadero. Tras varios años de guerra y sufrimientos los hermanos decidieron acudir a un juez para que dirimiera el caso.
El juez preguntó quién era el más querido por los demás y como ninguno supo responder les dijo ‘’Pensad que vuestro padre no os ha engañado, sino que quizás no quiso someterse a la tiranía de un único anillo verdadero. Y sentenció: de ahora en adelante cada uno de ustedes intentará hacer verdadero su anillo esforzándose por ser querido por los demás.
La parábola con que Natan responde a Saladino está inspirada en un relato del S. VIII, tiene más de 1000 años y sigue tan vigente como entonces. La verdad no tiene dueño y todos tenemos derecho a buscarla. Natan enseñó que antes que judíos, cristianos o musulmanes somos humanos, y como tales buscamos ser queridos por los demás, es decir, buscamos ser mejores.

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