Quizá porque estoy metido dentro de un país embrollado, o dentro de la gran urbe o, de este conurbano imprevisible, el tema, es que me rodean los conflictos. Paros, huelgas, piquetes, colectivos destartalados, subtes y trenes parados, enfrentamientos centre trabajadores, con la policía, chóferes que son obligados a bajar de sus colectivos truchos, y, una enorme confusión de los que nada tienen que ver con los reclamos y otras cosas. Y, la gente, entre asustada y temerosa, comienza a tomar decisiones de apuro, que incitan a más desorden.
En una batahola generalizada, “cobra cualquiera que pase bajos los palos, de uno y otro lado. Además, se sumarán los de las fuerzas del orden público.
Todo se puede observar dentro de una creciente ola de violencia que, dicen los voceros del gobierno central que no se puede intervenir, por el prestigio.
Quizá el gobierne cuide –el prestigio- pero, se desborda la paz social.
Tarde o temprano la policía deberá –reprimir- si es que le guste o no el término. Si no le gusta reprimir, deberá intervenir con palos y balas de goma, y si no le gusta eso, deberá atropellar a los de enfrente para calmar el despliegue, reducirlos y meterlos en algún calabozo.
Me parece que, si los policía emplean el arte de persuasión, no tendrían éxito, ya que, no los tomarían de tontos, si la policía les dice; “Por favor señores piqueteros, señores huelguistas o… ¿podrían dejar de avanzar, de cortar calles, de prender fuego a los neumáticos, de portar palitos y fierritos…”
Me parece a mi, que, no resultaría. Solo, calmará la situación cuando unas de las partes se posesione del lugar y, en estos casos, suele ocurrir que se posesiona del lugar, los mas fuertes, los mejores pertrechados, los que tienen una logística integral, equipamientos y los gobiernos, leyes y funcionarios de su parte o, sinó, se inventa y se direcciona el derecho, los derechos humanos y la razón.
Me parece que, todavía queda un márgen de acercamiento. Desde ya, no se logrará conformar los reclamos, los pedidos de una y otra parte, no será posible porque, los grupos se han dividido y se multiplican los compromisos y acuerdos.
El autor de lo que está ocurriendo se llama Néstor Kirchner que ha alentado a todos los reclamadores oficiales y no oficiales. Para muestra basta un botón. Los prostestadores de De Elias, son oficiales que reclaman por situaciones que no son oficiales.¿Entendió?
Pérsico es –oficial- pero empuja a su gente a que exija a la Ministros de Desarrollo, el cumplimiento de acuerdos oficiales pero, le muestra la fuerza no oficial.
¡¡Hay un embrollo de aquellos!!
Hasta las 18 hs, se agigantaba la desorientación que, los medios televisivos y radios importantes, embarran y embarran las pistas y los subtes y los pasillos, todos preguntan, y suben lo que agita más el estado beligerante.
No pudieron hacer marchar los trenes porque los trabajadores se acostaban en las vías, y desde donde se intentara empezar el recorrido, se tiraban a las vías un grupo de personas. Otros, tomaban las cabinas de los conductores y cerraban las puertas, No podía subir ni al tren.
Los nervios no son de acero ni de plástico. De un lado y de otro, se comen las uñas, unos, para no dar órdenes que les puede costar la mancha del prestigio, del otro lado, esperan que la policía tarde o temprano intervenga. En el medio, subyace la espera y una impronta organización de aguante y, un apercibimiento con olor a batalla.
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