Sunday, April 18, 2010

YO TAMBIÉN, CARRERO FUÍ...


ME DUELE
ESCRACHE A PERIODISTAS

Desde hace dos días camino por las calles de Adrogué, patiando las hojas de los tilos que, el otoño, ha cobrado con sus primeras envestidas. Y ahí, se destrabó la neurona 45276 y me puso en el camino regresivo y mostró, como en una película, flashes de mi vivencia grabadas en la memoria, Perón, la UES, Evita y la masacre de Plaza de Mayo.

Aquí, encajé las mandíbulas y supe que me molestaba. Me molestó ver los carteles que portaban algunos manifestantes con las fotos de los periodistas y los condenaban al escarnio con amenazas e improperios.

Esto era lo que había trabado mi neurona 45276, la que tiene grabada palabras; libertad, solidaridad, luche y vuelve, represión, tortura, muerte, persecución, resistencia, sospechoso, subversivo, avión negro, proscripción… Y aquel decreto que prohibía pronunciar palabras como; Peronismo, Justicia Social, Fundación Evita… y otras y otras.

Desde la Masacre de plaza de Mayo, 1.955, bombardeada a mansalva, hasta el 11 de marzo de 1973, donde Cámpora ganó las elecciones con el slogan Cámpora al gobierno Perón al Poder, dejó atrás aquellos 18 años de –resistencia- y espera, con luchas que desangraron a la patria.

El suscripto, en 1973 tenía 33 años, con 20 bajo fuego continuo de resistencia y escaramuzas obligadas por tácticas y consignas implementadas al calor de “Luche y Vuelve”

25 años es tiempo suficiente para plasmar la vida de una persona y, lo hice, consumiendo los míos junto a grupos y hombres, algunos concretaron sus trabajos otros, quedaron relegados de los tiempos. Pero, en todo momento, en todo momento, la ambición y egos desequilibrados impulsaron luchas fratricidas.

Fui un joven que ingresó en la época floreciente de los 60 con el empuje de los sueños abiertos, que florecieron al calor de la evolución que el mundo pedía, y Argentina era una incubadora de valores espirituales, y manifestaciones técnicas-científicas -  culturales. Con una matriz peronista. Nada nace de un día para otro. El intelecto marcaba rumbos y presencia internacional.

Peleábamos codo a codo con los movimientos sindicales, culturales y sociales, bajo la consigna de “Luche y vuelve” Esperábamos al líder vapuleado, denigrado, escarnecido, Juan Domingo Perón.

Claro que hubo una dura lucha, ¡durísima!, intelectual y física, donde cada uno ejecutaba la acción que reclamaba el posicionamiento de la hora. Unos por el mandato de intereses externos, otros, por la identidad nacional, la conciencia social, popular, humanista y cristiana y otros, por sus narcisos.

En aquél momento escribí; “Concierto para un desconcierto” “Que la paz sea contigo hermano” y “Hola Sociedad” que, por orden de un juez, -Griben- (de Videla), fueron quemado en una hoguera junto a otros y compelido a abandonar mi tierra con una bebe de tres meses. (Foto de pasaporte)

Cincuenta años después, pensé que todo era historia. Que habíamos evolucionado. Que los muchachos de la guerrilla y nosotros habíamos dejado a un lado los pertrechos, para trabajar por la nación, por la patria. Me equivoqué.

El jueves, al ver los carteles exhibiendo a los periodistas, me produjo un desasosiego en el espíritu y exhumó mis recuerdos. No quiero volver a los tiempos de Onganía, de La libertadora, La junta militar de Videla y tantas otras situaciones que imponían y obligaban a defender principios, conciencia y sentimientos. No quiero más ley marcial, ni persecuciones y ni escuchar palabras como “terrorismo”, “guerrilleros” “atentados”  “torturas y muertes”

Las heridas no se cierran de un día para otro. Resentimientos y venganzas se adentran en los corazones y es difícil de quitar. Incentivar al odio tiene sus duras consecuencias porque, la repuesta no son palabras.

Esto es lo que me molestaba lectores amigos, esto, de “echar sal en las heridas” que reviven y se revuelcan de dolor, no me parece prudente.

Por esta mismísima razón, llamo a la cordura de los compañeros que –saben- y pueden conducir con equilibrio, para que incentiven y convoquen a la paz social, por una nación, por la patria y por la identidad.

De nada sirve exacerbar los sentimientos de los que no tienen compromiso moral, con la historia ni la patria, si solo responden a necesidades primarias, y, en muchos casos manda la panza. Esta no tiene amos.

Juanqui.
Email:viarrapida@gmail.com
Email:confinadrogue@gmail.com

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