FLORENCIA RETAMOSO, CONCEJAL POR EL GEN EN ALMIRANTE BROWN, -ESTARÁ EN www.viarrapida.com.ar, con SUS NOTAS DE OPINIÓN

PRIMER PLENARIO LOCAL PARA LA ERRADICACION DE LA TRATA DE PERSONAS

Almirante Brown viernes 21 de mayo 18hs. Casa de la Cultura

Organizado por el colectivo de trabajadores del Partido Obrero , disertaran la Concejal Myriam Locher ( CC.Ari) y la concejala Florencia Retamoso (Gen)

NOTA DE OPINION:

Trata de personas: un problema acuciante

(Por Florencia Retamoso – Concejal Bloque GEN – Distrito Almirante Brown)

La trata de personas es el nombre moderno que lleva la esclavitud. Sea para la prestación de servicios sexuales, para trabajar hacinados en talleres de costura, para transformar en apropiadores de menores a extranjeros, o para ingresar en el atroz mercado ilegal de órganos, miles de personas son privadas de su libertad mediante procedimientos extorsivos o, lisa y llanamente, a través del secuestro.

Luego del lavado de activos provenientes del narcotráfico, éste es el segundo mercado ilícito más lucrativo del mundo. Y si esto es así es debido a la concurrencia de dos factores penosos: la existencia de una fuerte demanda y la complicidad de sistemas políticos y policiales corruptos.

Quienes creían que la desaparición de personas había finalizado en 1983, se equivocaron. Ciertamente, ya no existe la desaparición forzada pergeñada por un estado sanguinario y represivo; hoy gran cantidad de personas se esfuman porque la trata se ha expandido en un contexto estatal de controles relajados que la favorece.

Pero este no es un problema privativo de la Argentina sino, fundamentalmente, de alcance global. Las víctimas suelen pertenecer a países en vías de desarrollo cuya buena fe, ingenuidad y estado de necesidad, lleva a hacerles creer los engaños de quienes prometen un cambio de vida sustancial y lucrativo tras la promesa de trabajar en países del “primer mundo” o en ciudades opulentas.

Es así como a gran cantidad de mujeres se les facilita el traslado hacia la tierra prometida donde, una vez arribadas, son despojadas de su documentación y obligadas a ejercer la prostitución para sobrevivir y pagar “la deuda” contraída por el costo del viaje.

Algo similar ocurre con los inmigrantes “ilegales” que, presa de redes de explotadores, llegan a nuestro país desde fronteras vecinas para trabajar en condiciones infrahumanas reducidos a la servidumbre y sin ver la luz.

Y todo ello sin detallar los casos horrorosos de secuestro de menores para adopción extranjera o el de personas para traficar órganos.

El primer modo de ponerle fin a este negocio es crear conciencia por la vía educativa y mediante campañas de sensibilización. Pero el segundo –y más importante– es atacando de cuajo a las organizaciones o redes delictivas que, de manera capilar, penetran a nuestras sociedades, corrompen a los gobiernos y a las fuerzas de seguridad.

La trata de personas tiene que dejar de ser “negocio”, y para que ello ocurra hace falta un compromiso mucho más activo, menos hipócrita y encubridor por parte de las máximas autoridades nacionales, provinciales y comunales.